A las puertas del Castillo, los más pequeños de las fiestas de Moros y Cristianos de San Vicente del Raspeig celebraron ayer por segundo año consecutivo la Embajada Infantil. Algo más de un centenar de chavales de entre 6 y 13 años participaron en el acto que imita a las embajadas de los mayores y que adapta parte de los parlamentos al lenguaje infantil. Cientos de personas asistieron ayer a la representación de los pequeños que son el presente y el futuro de las fiestas sanvicenteras. Este año se han colocado sillas para que el numeroso público que se congregó junto al castillo pudiera seguir sin perder detalle los parlamentos, las luchas y los bailes que durante cerca de un mes han estado ensayando los jóvenes festeros.

El acto se presentó como si fuera un juego de niños y los chavales dieron todo de sí. Metidos en su papel de moros y de cristianos, de juglares, bailarinas, de embajadores o luchadores, todos mostraron y demostraron que la fiesta está asegurada. Incluso en el apartado de la pólvora donde no faltaron los disparadores de bombetas que sustituyó a la batalla de arcabuces de los mayores. El inicio de la Embajada fue un homenaje a cada comparsa haciendo mención a los escudos de cada una de ellas.

El secretario de la Federación Unión de Comparsas de Moros y Cristianos Ber-Largas, Eloy Domenech, reconoce que el objetivo es que este acto tome arraigo y lograr en un futuro que se cree una escuela de embajadores en San Vicente del Raspeig.

En la Embajada de ayer la principal diferencia es que se celebra la toma del castillo por los moros y la reconquista de los cristianos en el mismo acto. Y el paso entre un acto y otro es un grito que llama a merendar a los niños que están jugando a ser moros y cristianos y que deben hacer un descanso en sus juegos.

Un grupo de personas capitaneadas por Inés García Lillo ha sido el encargado de ensayar y hacer que el acto de los niños sea tan espectacular como el de los mayores. García Lillo explica que la Embajada tiene varios mensajes y uno de ellos es que cualquier acto que realizan los niños «es más bello».

Posteriormente, la colla El Tossal, dirigida por Francisco Amat, ofreció el Concert d'Avís de Festa, también en la plaza del castillo. Y a continuación se celebró el alumbrado oficial de las fiestas al que asistieron el alcalde Jesús Villar y la concejal de Fiestas, Asunción París, con la Reina de las Fiestas, Patricia Ferri, y la de la Primavera, Jimena Monllor, y sus cortes de honor, quienes accionaron el interruptor. A continuación se celebró la Nit d'Albaes. El grupo «Tío Vaina» rondó a las reinas en sus respectivos domicilios. Momentos antes, sus cortes de honor, en el balcón del antiguo Ayuntamiento, recibieron halagos con las canciones de la rondalla.