La corporación municipal de Sant Joan d'Alacant no saldrá en las procesiones de Semana Santa de forma institucional. El alcalde Jaime Albero se mantuvo ayer firme en su decisión pese a que el grupo popular presentó en el pleno su exigencia a hacerlo. El primer edil señala que la decisión supone «cumplir la Constitución, si ninguna confesión tiene carácter estatal el ayuntamiento no debe presidir la procesión, también queremos garantizar la libertad religiosa y de culto de los individuos y los vuelvo a animar a que participen como miembros de la comunidad». Una medida similar se tomó en la legislatura socialista del primer edil Edmundo Seva y la corporación también dejó de procesionar el Viernes Santo.