«No podemos dar la espalda al Tram, el municipio no renuncia a que haya un transporte público y sostenible». Esta es la postura que finalmente han adoptado la mayoría de los grupos que conforman el cuatripartito de San Vicente del Raspeig, en concreto, PSOE, Guanyar y Sí Se Puede.
La semana pasada, cuando se llevó a cabo la primera reunión entre los grupos del equipo de gobierno y la oposición en relación al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), Guanyar, el PSOE y Sí Se Puede se mostraron reacios a aceptar la prolongación del tranvía hasta el hospital por Ancha de Castelar -tal y como recogió este periódico- y hasta se llegó a proponer quitar este punto del PMUS. Una semana después han rectificado en parte su posición y apuestan por la extensión de Tram pero rechazan el planteamiento que actualmente se recoge en el documento, por lo tanto lo que se suprime es, entre otras cuestiones, el trazado por Ancha de Castelar hasta la zona norte.
«El equipo de gobierno no renuncia al Tram pero tal como aparece recogido en el PMUS no nos gusta, nadie puede desechar una infraestructura de este tipo pero no estamos de acuerdo con mantener el proyecto con la catenaria, la plataforma y el trazado que se propone», explicó ayer la concejala de Urbanismo y portavoz de Guanyar, Mariló Jordá.
Compromís, socio del cuatripartito, aún no ha manifestado su postura ya que debe debatirlo en asamblea mientras que Ciudadanos en principio muestra su apoyo, tal como informaron fuentes municipales.
Jordá insistió en que su voluntad es que el Plan de Movilidad sea un documento consensuado. Así, tras la reunión mantenida ayer por los grupos se adoptó la decisión de mantener en el PMUS el proyecto del Tram pero se evaluará en el futuro tanto su trazado como las condiciones técnicas para ponerlo en marcha. «Hablamos de un proyecto a largo plazo y cuando se inicie muy probablemente contemos con otra tecnología y otras necesidades que las que vienen reflejadas en el documento», agregó la concejala.
En cuanto a los posicionamientos sobre la prolongación del Tram, el portavoz del PSOE, Manuel Martínez, indicó ayer que tras valorar las ventajas y desventajas de la iniciativa, «creemos que no debemos cerrar la puerta al Tram porque es un medio de futuro y vertebraría la ciudad, ya que favorecerá la regeneración urbanística». «Vamos a solicitar que se modifique el punto porque se trata de un proyecto a largo plazo, los vecinos tienen que saber que no es algo que se iniciará de inmediato y se debe tener en cuenta la disponibilidad económica de la Generalitat».
Irrenunciable
Por otro lado, el edil del grupo municipal popular, Antonio Carbonell, señaló que «el PP mantiene la misma postura que siempre ha defendido. La prolongación del Tram es un proyecto irrenunciable y que requiere consenso con los vecinos afectados y con los comerciantes». Carbonell insistió en que el proyecto que se recoge en el PMUS supone «continuar con el modelo de ciudad que ha venido desarrollando el PP dando prioridad el peatón sobre el vehículo particular». El futuro trazado hacia la zona norte no podría desarrollarse en las mismas condiciones que las que presenta actualmente la última estación de la línea 2, según afirman desde el PP. Así se dotaría de una zona peatonal y otra que permitiría acoger terrazas, al tratarse de un tramo más urbano que obligaría a hacer compatible el paso del tranvía con la actividad comercial y que favoreciera la comunicación entre ambos lados del municipio así como la reducción del tráfico, según el grupo popular.
Línea más rentable
La prolongación del Tram hasta la zona norte del municipio supondría un inversión de alrededor de 25 millones de euros, tal y como recordaron fuentes municipales. La prolongación de la línea consolidaría la conexión más rentable de la red Tram, la L2 (que parte de Luceros y finaliza su trayecto a la entrada de San Vicente de Raspeig a la altura del centro de salud), que cuenta con una media de 300.000 usuarios mensuales.
