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Mutxamel

El accidente reaviva las denuncias sobre la falta de seguridad en el entorno del aeródromo

Los residentes reclaman actuaciones para evitar nuevos incidentes tras el del domingo

El pasado domingo dos hombres fallecieron al estrellarse su avioneta. jose navarro

­«La seguridad brilla por su ausencia». Así de contundente se mostró ayer el portavoz de los vecinos de la urbanización Rio Park de Mutxamel, Jose Molina, tras el accidente aéreo que el pasado domingo se cobró la vida de dos personas en el entorno del aeródromo, donde se emplaza su vivienda. Admite que los residentes de la zona siente «desprotección» por las avionetas que sobrevuelan sus viviendas. El siniestro ha vuelto a avivar las críticas y denuncias vecinales sobre la falta de seguridad alrededor de las instalaciones. Los vecinos llevan años reclamando una serie de actuaciones y mejoras, ya que se encuentran a tan solo 140 metros del aeroparque.

Molina relató ayer que en los últimos cinco años se han producido varios accidentes cerca de las viviendas. Como el que tuvo lugar en octubre de 2013. Entonces el aparato se enganchó con unos cables de un tendido de media tensión y el piloto resultó herido muy grave. «Estamos preocupados porque cualquier día una avioneta puede precipitarse sobre una de nuestras casas», indicó el portavoz.

Los residentes de Rio Park manifestaron que se encuentran en «riesgo continuo» y denunciaron que el aeródromo cada vez soporta un mayor tráfico de avionetas, que además vuelan muy bajo y pasan sobre las numerosas viviendas de Rio Park realizando piruetas. Es por esto por lo que reclaman una serie de actuaciones como, por ejemplo la señalización de los tendidos eléctricos. «A nosotros no nos corresponde vigilar las avionetas con prismáticos para apuntar las matrículas y denunciar», expuso Jose Molina ante la ausencia de actuaciones por parte de las autoridades competentes.

Los vecinos también denunciaron que tienen que mantener las ventanas de sus hogares cerradas por el ruido que generan las avionetas, por el olor del queroseno y por el aire que se levanta al paso de los ultraligeros.

Por su parte, uno de los responsables del aeródromo admitió que «el ruido que origina una avioneta no es un ruido normal», pero que, según los estudios acústicos que se han ido realizando, el sonido que se emite en el aeroparque «está dentro de todas las tolerancias que marca la ley». «Este es un debate mundial, no sólo del aeródromo de Mutxamel, por lo menos nosotros no despertamos a nadie», expuso el responsable.

Además, el encargado del aeródromo aseguró que dentro de las instalaciones se toman todas las medidas de seguridad posibles, pero que fuera de sus instalaciones no les corresponde actuar.

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