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San Vicente del Raspeig

Vecinos de Santa Isabel piden una solución urgente ante el mal estado del bloque 67

Los residentes denuncian la falta de interés del Obispado, propietario de uno de los bajos del edificio

Fachada del bloque 67 en una imagen reciente M.R

Una solución a un problema histórico y complejo. La Asociación de Vecinos del Barrio Santa Isabel de San Vicente del Raspeig denunció el deplorable estado en el que se encuentra el bloque 67, uno de los más deteriorados de la zona, y, en concreto, los bajos de este edificio. Una de estas viviendas pertenece al Obispado de Orihuela-Alicante, mientras que los propietarios del otro inmueble están desaparecidos.

Tras dos órdenes de ejecución emitidas por el Ayuntamiento, el Obispado llevó a cabo primero labores de limpieza y desinfección de la vivienda y, en segundo lugar, apuntaló la pasada semana parte del inmueble. Una actuación que desde la asociación de vecinos consideran escasa ya que existen otros daños, en concreto, las humedades que se aprecian desde el exterior.

«Se detectó que la cocina estaba encharcada y se comunicó al Ayuntamiento que el origen del daño se encuentra en las viviendas superiores, en concreto en la bajante de saneamiento», explicaron desde el Obispado. No obstante, reiteraron, que la entidad eclesiástica «responderá por los daños imputables a la vivienda que existan».

«El suelo está hundido, han ido a lo mínimo, lo que pedimos es una solución definitiva», afimaron los vecinos, quienes aclararon que «no vamos a poner en duda el trabajo del arquitecto del Obispado pero creemos que se podría hacer más». «Prefieren tener este inmueble así que acondicionarlo y destinarlo a las familias que no tienen donde vivir», lamentaron los miembros de la asociación. En este sentido solicitaron que se elimine en primer lugar la fuga de agua «antes de que provoque más daños a la estructura», señalaron.

Por otro lado, desde la asociación pidieron al Ayuntamiento que actúe de oficio en la otra vivienda, de la que se desconoce su estado.

Por su parte, la concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, indicó ayer que en este asunto el Obispado «está respondiendo bien» ante los requerimientos del Consistorio, mientras que, tras realizar todos los trámites oportunos para localizar a los propietarios de la otra vivienda (ambas se encuentran en los bajos del edificio), no se ha podido conocer su paradero. «Hemos solicitado el permiso pertinente para poder entrar en la vivienda y evaluar los daños, un paso que se dará de forma inminente. En ese momento, con medios propios del Ayuntamiento se subsanarán las deficiencias que se exigirán posteriormente a los dueños a través de Suma, incluso se podría llegar al embargo en el caso de que no contesten. Nuestro objetivo es garantizar la seguridad, aunque sabemos que no existen daños estructurales», señaló la responsable de Urbanismo.

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