Cinco años y medio después de arrancar el faraónico proyecto de la piscina cubierta de El Campello, por fin está terminada, pero no se puede poner en marcha. Faltan pequeños remates del complejo y se está colocando los elementos de jardinería, pero la obra está finalizada tras una inversión de 4,1 millones aportados por el Plan Confianza de la Generalitat. El problema ahora es que el retraso en el inicio de la construcción del complejo deportivo anexo, donde va el centro de transformación de energía que debe abastecer de luz a la piscina climatizada, impide su puesta en marcha.
Además, en cualquier caso, el Ayuntamiento aún no ha sacado a concurso la gestión de las instalaciones. Es más, aunque el tripartito tiene claro que su gestión será privada, aún está por decidir si además se externalizará por completo alguna parte del complejo, que cuenta con dos vasos de agua (con piscina de natación y piscina de actividades), un área de spa (con circuito de agua, sauna y baño turco), vestuarios, cafetería, oficinas, almacén, salas de acceso, guardería, sala de fisioterapeuta, espacio de gimnasio y fitness. Por tanto, tampoco se podría poner en marcha ahora si contará con el centro de transformación al estar pendiente la licitación de la gestión.
Aunque las deficiencias en el proyecto que han retrasado el inicio de las obras anexas, donde van nueve pistas deportivas, ya se han subsanado y se espera que el inicio sea inminente, según explicaron desde el tripartito. Pero entre esta demora y que aún no está claro el concurso para adjudicar la gestión, la apertura de esta infraestructura demandada por muchos campelleros desde hace dos décadas no se producirá hasta finales de año o principios de 2017, como muy pronto, según diversas fuentes consultadas por este medio. Además, aunque las instalaciones están acabadas, por ejemplo hay que equipar la zona de gimnasio y fitness, una maquinaria que podría incluirse dentro de las condiciones del contrato de gestión.
El tripartito tiene claro que la explotación de un complejo de esta entidad no puede ser asumido por el Consistorio y busca una fórmula de gestión privada por parte de una empresa especializada, que en cualquier caso requerirá el respaldo de algún grupo de la oposición para sacarlo a concurso. El equipo de gobierno, en minoría con seis ediles, requeriría del apoyo de al menos otros dos grupos. EU, exsocio de gobierno, estaría descartado ya que siempre ha apostado por la gestión pública. Por tanto, necesitaría de PSOE y Ciudadanos o PP.
El Ayuntamiento adjudicó a la empresa Esclapés e Hijos este ambicioso proyecto en 2010, tanto piscina como obras complementarias, arrancando aquel verano los trabajos con siete meses de plazo de ejecución. Pero acabó renunciando definitivamente al contrato en 2012 tras varias paralizaciones, deficiencias en el proyecto e impagos por parte del Consell, y aún están por dilucidar las indemnizaciones que ambas partes se reclaman. Tras este fiasco, se decidió separar ambas obras para agilizar su tramitación.
