Casi un año después de que se iniciaran las obras del nuevo archivo municipal de San Vicente del Raspeig estará finalizado. Esta la previsión que realizó esta semana la Diputación Provincial, encargada del proyecto.

Como se recordará, la inversión en este edificio, que se encuentra a la entrada del municipio por la carretera de Agost en el polígono Canastell, recibió duras críticas tanto de los grupos entonces en la oposición (PSOE y EU -hoy integrado en Guanyar-) como por parte de la Federación de Vecinos. En el momento en que se aprobó el proyecto, en junio de 2013, los grupos políticos y los vecinos sostenían que no era el momento para un inversión de esta envergadura y que existían otras prioridades en localidad.

El coste total de esta actuación ascendió finalmente a 879.881 euros y fue cofinanciada por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento. Se adjudicó a la empresa FCC Construcciones S.A a principios del pasado año 2015. El inmueble donde se albergarán los documentos municipales se encuentra en una parcela municipal del polígono Canastell y alcanza una superficie de 754 metros cuadrados, que están distribuidos en dos volúmenes conectados por una pasarela.

Las obras, que sufrieron un pequeño retraso en el momento que se iniciaron, finalizarán el próximo mes de marzo, tres meses después del periodo de ejecución inicial. El nuevo equipo de gobierno (formado por el PSOE, Guanyar, Sí Se Puede y Compromís) se encontró prácticamente con el proyecto hecho. La Diputación ha sido la encargada de la supervisión de la actuación que culminará en breve.

Un sólo espacio

El nuevo archivo se ideó con la intención de reunir en un solo espacio todos los documentos históricos de la localidad. Hasta el momento, la documentación estaba dispersa en varias dependencias municipales -como un local en la calle Colón, un piso y otras instalaciones en la vía Balmes-, lo que dificultaba su consulta así como el trabajo de los investigadores. Además, tal como se señalaba en su momento, estas dependencias no disponían de las características específicas para su ordenación y catalogación, accesibilidad y estudio, así como las medidas de seguridad necesarias para su correcta conservación. Entre los muchos documentos que se trasladarán a las nuevas dependencias se encuentran las actas de nacimientos y defunciones del municipio, la correspondencia municipal desde el año 1925 o por ejemplo las actas de votaciones como el referéndum sobre la OTAN y numerosos expedientes urbanísticos hasta el año 2006.

Cabe señalar que la construcción del archivo municipal representa una de las grandes inversiones del municipio en los últimos años.