Los padres de los escolares de los colegios públicos Azorín y Juan Ramón Jiménez de San Vicente del Raspeig están indignados con las obras de reurbanización que se ejecutan en la calle Doctor Marañón. Se fueron de vacaciones escolares con ellas y a pesar de que el Ayuntamiento advirtió que lo más ruidoso y molesto se haría durante las vacaciones, finalmente las molestias han alcanzado a los escolares. Los padres están indignados y lamentan que el primer día del curso poder entrar y salir de los centros fue caótico por la estrechez para hacerlo, cercados por las obras. Lamentan que las obras hayan tenido que coincidir justo en la época lectiva y critican que no se hayan hecho antes o se haya esperado al verano para ejecutar unos trabajos que además de problemas de accesos producen ruidos durante las clases.
La concejal de Urbanismo, Mariló Jordá, pide «comprensión y paciencia» a los padres de los escolares. Reconoce que es una obra molesta y señala que la planificación de la obra no podía hacerse antes y tampoco retrasarse hasta el verano porque debe de finalizar en el primer trimestre del año. Explica que se trata de una actuación adjudicada en octubre y que tiene cuatro meses de ejecución. Y declara que a los trabajos les queda un mes y en febrero los escolares tendrán unas aceras más anchas y un lugar «mucho más digno», así como una zona de aparcamiento habilitada para padres y profesores.
La obra resulta molesta también por el ruido debido a la demolición de la acera junto al colegio Juan Ramón Jiménez. La responsable de Urbanismo apunta que en un par de días habrá finalizado. La edil reconoce que las fechas en las que han coincidido esta Navidad han ralentizado las obras por lo que las demoliciones que en un principio se querían haber ejecutado durante las vacaciones escolares han acabado coincidiendo con la vuelta de los niños al colegio. Recuerda que el resultado final será una calle con pavimento renovado, también el alumbrado público y nueva canalización de las aguas pluviales, así como un carril bici.
