El Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant vive en una tensa espera a cuenta de una de las pagas que los trabajadores recibían anualmente y a la que ahora se le han puesto reparos. Los trabajadores del Consistorio no saben si cobrarán este mes de enero la paga de productividad, un complemento que están recibiendo desde hace más de dos décadas y que se abona el primer mes del año y también en el mes de julio.
Aunque las pegas ya comenzaron al menos el año pasado, ha sido a finales del año 2015 cuando los técnicos municipales han puesto reparos al abono tal y como se está haciendo actualmente ya que, según explican fuentes municipales, consideran que este abono se debe de hacer según la evolución de unos objetivos y por eso su informe al mismo es negativo.
Los técnicos no se oponen al pago, pero sí solicitan que, para poder ajustarlo a la normativa, debe de estar basado en unos criterios que justifiquen esa productividad que se paga y no de la forma en la que lo están haciendo actualmente.
Mañana martes 12 de enero está prevista una reunión en la que todas las partes esperan una solución. Los sindicatos municipales están a la espera y no quieren pronunciarse para evitar empañar la situación en la que llevan inmersos más de un mes y que ha provocado muchos momentos de tensión, según admiten fuentes del Ayuntamiento, que apuntan que ha habido agrias discusiones por este motivo.
El quid de la cuestión está en la justificación que se ha de hacer de este abono que está hecho por el cumplimiento de unos objetivos.
El alcalde, Jaime Albero, explica que «el acuerdo está cerca» y hace hincapié en que este asunto es «una cuestión técnica» y añade que «los técnicos van a elevar una propuesta que llevaremos a pleno». El primer edil recalca que en definitiva, en la reunión se van a tratar de elaborar los parámetros que permitan retribuir a la plantilla, de la que forman parte alrededor de 170 personas, en un pago que anualmente es de alrededor de 250.000 euros.
Según explica el alcalde de Sant Joan, el acuerdo de incorporar la paga de productividad a los funcionarios municipales se tomó en el año 1994 y comenzó a aplicarse en 1997, y desde entonces los empleados la han estado cobrando. Ahora el interventor exige que se guíe este pago por unos parámetros objetivos y por ello en la reunión de mañana se encontrarán la jefa de Personal, con los técnicos municipales así como los representantes de los trabajadores para tratar de llegar al acuerdo.
Albero explica que es un tema que no le compete directamente y pide «dejar trabajar a los técnicos» así como que impere «la sensatez». Apunta que «están negociando una parte importante de sus condiciones laborales». A la vez que asegura que esta situación no ha generado una situación de tensión en el consistorio.
