Agost despidió ayer sus tradicionales fiestas de Les Danses del Rei Moro con la subida a por las naranjas, una tradición que reunió a decenas de vecinos y curiosos en la plaza del Ayuntamiento.

Pasadas las 17.30 horas y tras un pequeño desfile por las principales calles de la localidad, tres parejas de danzadores interpretaron los últimos bailes tradicionales al ritmo de la «dolçaina» y el «tabalet». Poco después, los «quintos» y los «danseros» aparecieron a bordo de un remolque tirado por un tractor, dispuestos a divertir al público con la clásica batalla de cartuchos rellenos de anisetes.

Pero si por algo destaca esta última jornada festiva es por la singular tradición en la que los jóvenes que van a cumplir la mayoría de edad tienen que alcanzar las naranjas que cuelgan de los balcones. Así, los «naranjeros» trepan por los edificios para conseguir el botín que les convertirá en los organizadores de las fiestas de 2016.

«Desde el Ayuntamiento intentamos hacer lo posible para que esta tradición no se pierda», afirmó ayer la concejala de Fiestas, Mariola Vicedo. «Cada vez hay más candidatas para bailar las danzas», añadió la edil para recalcar el incremento de jóvenes que quieren participar en las celebraciones.

Les Danses del Moro comenzaron el pasado 26 de diciembre y tanto vecinos como visitantes recalcaron la emotividad con la que se vivió la serenata de la Reina Mora.

Si bien los días grandes de las fiestas terminaron ayer, mañana domingo a partir de las 12 horas tendrán lugar las danzas infantiles, que comenzarán en el paseo de las palmeras.