«Les mamelles» llenaron ayer de alegría El Campello con casi 9,6 millones de euros repartidos entre 1.592 décimos de un quinto premio. Y es que el número 51.688, acabado en la popular terminación del 88, fue agraciado con una lluvia de millones muy repartida entre turistas y campelleros, a 6.000 euros el décimo.51.688

La administración de loterías número 2 de El Campello, ubicada en el 55 de la calle San Bartolomé, principal arteria comercial de la turística playa del Carrerlamar, vendió íntegro el premio. Sus 160 series. Sólo devolvieron ocho décimos, 48.000 euros para el departamento del aún ministro Cristóbal Montoro, además del «pellizco» que se queda Hacienda de cada agraciado, ya que al ser el premio de más de 2.500 euros, el 20% de los 6.000 euros se descuentan antes de cobrarlos. De este quinto premio el gobierno central se embolsa en total, entre una cosa y otra, 1.958.400 euros de los 9.600.000 euros con los que está dotado. Casi nada.

Pero la fortuna sonrió ayer una segunda vez a El Campello, ya que otra administración, ubicada en otra zona turística, en la playa de Muchavista, vendió dos décimos de un cuarto premio, del 71.119, lo que se tradujo en 20.000 euros por cada uno de los boletos que se expidieron por máquina en un despacho de la carretera de Benimagrell.

Pero lo gordo, aunque lejos de los 126 millones que dejó el primer premio de Navidad de 1993 que recaló en El Campello a través de la administración número 1, pasó en el despacho de San Bartolomé. Algunos de los agraciados eligieron el número por su popular terminación, el 88, «les mamelles», según explicaba Estefanía Femenía, la feliz lotera que ha dejado un reguero de afortunados. Desde julio, cuando les llegó íntegro este número, han estado vendiendo el ya mágico 51.688. Sólo ocho de ellos se quedaron sin dueño.

Y es que la titular del despacho relató que «es un número bonito, y desde que llegó lo pusimos en la ventanilla y se ha vendido muy bien. Debe estar muy bien repartido, porque desde julio ha estado vendiéndose y hasta el lunes lo hemos tenido. Se lo han llevado tanto turistas como gente de la zona», aunque no se trata de un número habitual en este establecimiento. Eso sí, manifestó que no se ha repartido a través de papeletas de comparsas festeras ni nada parecido, al menos que ella sepa.

Mientras se producía un goteo de agraciados por la administración, allí «acechaban» varios empleados de distintas entidades bancarias que entregaban sus tarjetas a los agraciados o conocidos de afortunados, para que guardaran a buen recaudo sus décimos. Y son muchos, casi 1.600. Unos lo mostraban orgullosos, otros lo habían dejado en sitio seguro antes de pasarse por la administración para agradecer a la lotera su fortuna y compartir su felicidad con otros premiados.

Y las felicitaciones a Femenía llegaron de todas partes. Hasta desde Madrid. Una afortunada con 6.000 euros la llamó por teléfono entre una entrevista y otra para darle las gracias. No quería hablar con los medios pero estaba contenta, según destacó la lotera. Y es que Femenía destacó que era el mayor premio que daba su administración en sus 14 años de vida. Un matrimonio de vallisoletanos también se llevó un pellizco y fueron a agradecérselo.

Y para celebrarlo, Femenía, acompañada de su padre, del delegado de Loterías y de alguno de los agraciados, destapó una botella de sidra que compartió con ellos por la felicidad ayer repartida. Y por las ventas logradas, un 12% más que en la Lotería de Navidad del año pasado.

En cuanto al establecimiento de la carretera de Benimagrell, su titular, José Lillo, señaló ayer desconocer a los agraciados con dos décimos sacados por máquina y premiados cada uno con 20.000 euros de un cuarto premio. Desde luego, ayer la diosa fortuna sonrió a El Campello.