La avenida de Miguel Hernández, el tramo de vía que va desde la rotonda de la Santa Faz y hasta El Campello, la antigua N-332, está a punto de dar sentido a su nombre de tramo urbano. El domingo por la noche, alrededor de las diez, está previsto que comiencen los trabajos para reducir la velocidad del vial. Comenzarán por el repintado de las bandas, según explicó ayer la edil de Tráfico del Ayuntamiento de Sant Joan, Eva Delgado, que advirtió que la actuación se realizará «sin corte de carril».

El plazo de ejecución de la adecuación de la avenida Miguel Hernández es de cuatro semanas y el presupuesto es de 30.245 euros. En él se incluye también el cambio de las señales de tráfico, ahora fijadas en 70 y 80 kilómetros. De forma provisional a las actuales señales se les va a colocar unos discos imantados con el rótulo de 50 kilómetros hasta que el consistorio reciba las señales definitivas.

El Ayuntamiento limitará la velocidad de la vía a los 50 kilómetros hora que es la regulada para los tramos urbanos. La edil reconoce que ahora será necesario un periodo de adaptación y admite que está preparada para recibir críticas por ello. «Es una avenida con un tramo urbano y no puede estar a más velocidad», explica. Este proyecto se enmarca dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible que pretende hacer una población más amable, también para ciclistas y peatones, incluyendo este vial que suele concentrar gran cantidad de paso de vehículos diario.