Los vecinos y comerciantes de la calle Ciudad Jardín de San Vicente del Raspeig están algo más que enfadados con las obras que se están desarrollando. «Molestos es poco, lo que empieza mal, mal acaba», lamenta una vecina. El día de ayer fue de pesadilla y especialmente negativo para los comerciantes. Ayer se comenzaron a hormigonar las aceras y como paso a los comercios se colocaron unos tablones sin apoyos que acabaron de destrozar los nervios de algunos de los vendedores y magnificaron el pesimismo de otros que no daban crédito al rudimentario paso que se estaba dando. Un acceso para potenciales clientes en la época de mayores ventas que consideran compradores perdidos. «Son unas condiciones tercermundistas. Corres el riesgo de caerte. ¿Quién va a pasar por ahí?», decía una vendedora, quien señaló que «a última hora de la mañana, cuando ya no pasaba nadie, ya han puesto las barandillas. Es algo que debían tener previsto antes», lamentaba.

Quienes tienen sus comercios en la calle Ciudad Jardín aseguran que la obra «ha estado muy parada y se ha puesto en marcha estas dos últimas semanas».

«Estamos deprimidos y no nos vamos a recuperar en la vida, y lo de esta mañana ha sido ya la horca», decía María José, hostelera que aseguraba estar pasando una de las peores épocas en su trabajo «no sé si me recupero o cierro, estoy pidiendo dinero para hacer frente a los pagos». «Mi vecina ha acabado llorando, yo soy un poco más fuerte, pero estas son condiciones tercermundistas», lamentaba la mujer, quien confiesa que ha reducido a la mitad su facturación.

También el grupo popular se hizo eco ayer de las protestas de vecinos y comerciantes y arremetió contra la planificación de las obras y los riesgos que conllevan actuaciones como las de ayer. Lamentó las quejas recibidas de vecinos y comerciantes «por la forma en que se están desarrollando las obras y los riesgos y dificultades para acceder a sus viviendas y establecimientos». Y exigieron a la edil de Urbanismo, Mariló Jordá, «que garantice la seguridad de los vecinos que transitan por la avenida» y el acceso a los comercios.

El alcalde, Jesús Villar, reconoció que el retraso en el comienzo de la obra las ha complicado. «La concejal se está reuniendo con vecinos y comerciantes para intentar perjudicar lo menos posible», explicaba.

Por su parte, la edil de Urbanismo, Mariló Jordá, señaló ayer que se ha informado a los comerciantes de que no habrá ninguna limitación para que los peatones accedan a las dos aceras de la calle durante las navideñas.

«Se podrá entrar y salir a los comercios y realizar las compras sin dificultades», aseguró la edil, quien señala que también se permite el acceso a los vados.