Una banalización cada vez mayor del consumo de alcohol y drogas. Es una de las constataciones que hace el Observatorio de la Violencia que se ha reunido en San Vicente del Raspeig para analizar los datos con los que cuenta el municipio. Se trata de un órgano multidisciplinar cuyo trabajo es afrontar los casos relacionados con algún tipo de violencia.

El Observatorio funciona en San Vicente desde hace cinco años y está haciendo un seguimiento detallado de nuevas situaciones como la escasa importancia que se da al consumo de sustancias adictivas. «Muchos consumidores piensan que no tiene importancia tomar alcohol y hachís de forma habitual», exponen desde el Observatorio. A la vez, entra en escena un nuevo elemento, el ciberacoso como nueva patología en la que este organismo va a comenzar a fijarse. Se trata de un acoso constatado tanto en las relaciones de los compañeros de clase como en las parejas jóvenes, aunque por el momento el Observatorio no cuenta con denuncias y su objetivo es trabajar en la prevención.

En cuanto a los casos de violencia de género, el Observatorio sabe de 120 casos, el mismo número que el año pasado. Y de ellos apuntan que «cada caso es particular y requiere un tratamiento diferente, pero en todos hay un seguimiento cercano de asistencia, control y tratamiento psicológico».

Otro de los puntos tratados es el del absentismo. 150 chavales del municipio no acuden regularmente a las clases, según constata el Observatorio, que incide que es un porcentaje pequeño entre los 8.000 niños escolarizados en San Vicente.