El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig decidirá mañana si se adhiere al plan XarxaLlibres, que ha puesto en marcha la Generalitat, a través del cual se pretende garantizar la gratuidad de los libros de texto. Previsiblemente, el equipo de gobierno cuatripartito que dirige la localidad -compuesto por PSOE, Guanyar, Compromís y Sí se Puede- aprobará mañana la adhesión a este programa de ayudas pese a la existencia de un informe técnico municipal que alerta del colapso que podría producir la tramitación de las citadas ayudas en la Corporación local.
El informe técnico rubricado por el secretario, la interventora y el tesorero del Ayuntamiento de San Vicente expone, entre otras cosas, que «ha de tenerse en cuenta que será una convocatoria de subvención con un número muy elevado de beneficiarios por lo que su tramitación es probable que sobrepase la capacidad de gestión municipal». Asimismo, advierten de que la carga de trabajo extra que supondría para los servicios económicos municipales «sin disponer de los medios personales suficientes, pueden suponer un incremento en el período medio de pago».
Asignación presupuestaria
Además de las nefastas consecuencias que supondría para la gestión del Ayuntamiento, en el infome técnico se advierte que «el importe de la aportación municipal no está determinado». Como se recordará, el plan XarxaLlibres estaría financiado por el Consistorio, la Diputación y la Generalitat. En el documento al que ha tenido acceso este diario se considera que es el propio Consell quien debe determinar la partida que se habilitará desde el Consistorio de San Vicente para este fin. De hecho, se indica que «el Ayuntamiento no dispone, hasta el momento, de los elementos necesarios para determinar el importe máximo de las ayudas a otorgar, al menos de modo oficial, y menos aún de los datos relativos a los alumnos empadronados que cursan los correspondientes estudios fuera de los centros radicados fuera de su término municipal».
7.300 alumnos
Pese a todos estos inconvenientes, en el pleno extraordinario que se celebrará mañana por la tarde se propone asignar 375.000 euros para el plan XarxaLlibres en los presupuestos de 2016 y se baraja que el número de beneficiarios ronda los 7.300 alumnos, por lo que el abono de los 100 euros a los padres que presenten las facturas la compra de libros de texto se demorará hasta después de enero, cuando se hayan aprobado las cuentas locales, como admitió ayer la edil de Educación, Begoña Monllor, de Compromís.
Precisamente, los técnicos también presentan reparos en el abono de esos 100 euros. «Pese a que el objetivo es la creación de un banco de libros, los 100 euros iniciales no se encuentran vinculados a su constitución, ya que se reciben, parece ser en cualquier caso, con la mera presentación del justificante de compra por el importe solicitado y aunque posteriormente no se entreguen los libros. Sin embargo, la Ley de Subvenciones es clara en la materia: el incumplimiento del objetivo o finalidad lleva consigo la obligación del reintegro», apuntan.
Esto es, que podría darse el caso de que algunos padres se vean obligados a devolver los 100 euros iniciales si al término del curso lectivo los libros de sus hijos no fueran incorporados al banco. Una situación que podría generar confusión entre los progenitores.
Pese a todo esta exposición de motivos, Monllor consideró ayer, a preguntas de este medio, que se trata de valoraciones técnicas y que será el equipo de gobierno quien decida adherirse o no al plan de la Generalitat. Será mañana en el pleno extraordinario cuando se desvele la incógnita.
