Comerciantes y vecinos de Ciudad Jardín, en San Vicente del Raspeig, descubrieron ayer con asombro y tristeza que las máquinas comenzaron a talar una veintena de árboles que hay en la calle donde se están realizando obras de remodelación y ampliación de las aceras. El arbolado de la calle es de gran porte y en una reunión con la concejal de Urbanismo, Mariló Jordá, les aseguró que se trasplantarían al parque Lo Torrent. Sin embargo, la sorpresa de vecinos y vendedores ayer fue mayúscula al comprobar que se estaban talando. Un informe técnico de Medio Ambiente aconsejaba su tala.

La concejal de Parques y Jardines, Nuria Pascual, señala que se trata de ejemplares de Brachychiton populneus, una especie que ya no se planta en el municipio porque las raíces levantan las aceras. Y añade que los árboles eliminados estaban muy pegados a los edificios y, en algunos casos, no dejaban ver los carteles de los comercios. «La filosofía de nuestra concejalía es siempre mantener o transplantar los árboles pero en este caso hemos tenido que retirarlos porque no es posible trasplantarlos». Cuando se remodele la calle Ciudad Jardín se plantará la especie Melia azedarach que es la que hay en el entorno.

Los comerciantes reconocen su «disgusto» no sólo por la tala de los árboles sino porque la obra se va a prolongar hasta el mes de febrero, y lamentan que no hubiera empezado cuando estaba previsto, en verano. «En verano el comercio está muerto y ahora que con los universitarios se reactiva hacen obras en la calle y si no se puede acceder los clientes no entran», explicaba una comerciante.

El presidente de la Asociación de Comerciantes, Ignacio Berenguer, lamentaba la tala del arbolado. «Dijeron que los iban a trasplantar, ¡qué mal!», espetaba. A la vez que lamentaba también el no conocer la planificación de la obra. También el grupo popular denunció la tala del arbolado y criticó que el cuatripartito «engañe a los vecinos prometiendo una cosa y haciendo lo contrario».

El grupo popular advierte del malestar de los comerciantes por el retraso en el inicio de las obras, que pueden poner en peligro la campaña navideña del comercio local. «La previsión de Urbanismo, tal y como ha trasladado a los afectados, es que los trabajos se prolonguen hasta mediados del próximo mes de febrero».

Por su parte, Jordá advierte de que la obra se adaptará para evitar demoliciones en las navidades.