Celeridad. Esta fue la palabra que eligió ayer la alcaldesa de Xixona, Isabel López, para demandar a la Conselleria de Medio Ambiente que adopte las medidas necesarias para evitar el colapso de la planta de basuras de la localidad. «Es urgente y necesario un giro de 180 grados en las políticas de gestión de residuos porque esto es un problema medioambiental pero sobre todo es un problema político, y llegamos a este punto porque la Generalitat no ha hecho en 20 años lo que tendría que haber hecho, sabemos que no se arregla en cinco minutos pero tenemos que proponernos resolverlo en diez, porque no tiene sentido más espera», manifestó.

La primer edil mantuvo ayer una reunión de trabajo con el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, en la que se abordaron las posibles soluciones a uno de los mayores problemas de la localidad y de la comarca. Posteriormente, ambos, junto a otros alcaldes de l'Alacantí realizaron una visita a las instalaciones de la planta de basuras de Piedra Negra, un gesto inusual por parte de altos mandatarios de la Generalitat hasta ahora.

«Lo que le pido a la Conselleria es máxima celeridad porque según los datos que manejamos en el Ayuntamiento se superaría la capacidad de la planta de aquí a final de año y eso para nosotros es una línea roja que debemos empezar ya a cumplir. Se debe tener muy en cuenta que la planta de Piedra Negra, cuyo funcionamiento es muy deficiente, no se debe colapsar más de lo que ya está y eso pasa porque no llegue más basura», afirmó la regidora.

Propuesta

El secretario autonómico de Medio Ambiente explicó que una de las alternativas más inmediatas para dar solución a este conflicto pasa por la creación de una planta de transferencia en la Vega Baja que permita centralizar la gestión de los residuos y realizar una redistribución de los mismos más equitativa a partir del establecimiento de un precio único, y que no se produzca la actual situación, según dijo, en la que Xixona recibe más basuras por tener un precio de traslado de los desechos menor que el que se impone en otras zonas.

«Como alcaldesa apoyo esta medida porque el secretario autonómico ha dejado claro que hay un cambio significativo en este asunto», añadió López en presencia de Álvaro, y especificó «está en manos de los alcaldes de la Vega Baja superar ese límite y esa es una de las preocupaciones que se han puesto sobre la mesa, esa falta de control de dónde tiene que llevarse la basura por parte de cada ayuntamiento. No estamos en los números de 2007 donde se superaban las 300.000 toneladas pero se superaría lo deseable para esta planta, el límite que marca la ley está en 173.000 toneladas».

Mayor control

Por otro lado, la alcaldesa subrayó que «es necesario un mayor control por parte de la Conselleria de Medio Ambiente de todas las plantas y vertederos y evitar barbaridades medioambientales y debe brindar un apoyo a los ayuntamientos porque si no entraremos en un conflicto que por parte de Xixona ni se busca ni se pretende pero a veces los intereses entran en conflicto y está claro que ahora mismo los intereses de la Vega Baja entran en conflicto con los de Xixona o Villena».