El cuatripartito de El Campello aún no ha cumplido 100 días -se constituyó dos semanas después que el resto del corporaciones por un recurso electoral- y ya está al borde de la ruptura. Las enormes tensiones con EU mantienen al equipo de gobierno maniatado, ya que tras casi tres meses poco se ha visto de su gestión. Y ayer, la junta de gobierno acabó como el rosario de la aurora, con un enfrentamiento abierto entre el alcalde Benjamí Soler (Compromís) y Raquel Pérez (EU). Los gritos se podían escuchar en la planta noble del Consistorio.
Fuentes cercanas al cuatripartito advierten de que la situación es insostenible y que EU actúa de forma «desleal» como una oposición dentro de un equipo de gobierno que ya está en minoría, y que depende del apoyo desde la oposición del PSOE. Desde EU, que ostenta curiosamente la portavocía del cuatripartito, defienden que se trata de un ejemplo de pluralidad y de diversidad de opiniones dentro del equipo de gobierno, pero lo cierto es que ya no rigen las mismas reglas que durante las negociaciones para el pacto de gobierno, según estas fuentes.
Entonces, cada partido tenía un voto y se decidían las cosas por mayoría: el alcalde, el programa de gobierno... Es más, en el acuerdo firmado por Compromís (3 ediles), EU (2), Partido del Campello (2) y Demòcrates (1) se concreta ese espíritu señalando que «todas las decisiones se hablarán entre todos los miembros del gobierno; cada uno responde de sus responsabilidades, y de acuerdo con el resto, puede hacer públicas las medidas que estime oportuno. Pero gobierno sólo existe uno». Estas semanas han quedado claras las fricciones dentro del cuatripartito, sobre todo entre Compromís y EU. Y también que el alcalde tendrá que buscar otros aliados al margen del PSOE (3 ediles) para sacar adelante otros temas vista la postura de su principal socio de gobierno y la amenaza de que le deje «tirado» en otras votaciones.
En evidencia
El ejemplo fue el pleno del pasado jueves, que incluía una decena de mociones y un único punto del orden del día de gestión municipal, una modificación de crédito de 185.000 euros para temas menores que constituía paradójicamente la primera medida de calado del nuevo gobierno. Y el cuatripartito quedó en evidencia. EU votó en contra al considerar que se dotaba de mucho dinero a Fiestas -45.000 euros- y poco a Educación -30.000-, área dirigida por esta formación. Y salió adelante por el apoyo de PSOE (3 ediles), PP (7) y Ciudadanos (3), que desconocían la oposición de EU, que en la comisión informativa votó a favor. La mayoría absoluta está fijada en 11 concejales.
Además, la formación de izquierdas se ha abstenido en varios puntos en junta de gobierno, algo del todo inédito. Una de ellas era dar una licencia de obras para la construcción de cuatro viviendas. EU aduce que ya hay muchas casas en El Campello vacías y que no están de acuerdo con que se construyan más. Pero se trata de cuestiones legales de trámite donde no cabe actuar como oposición, lamentan desde el entorno del cuatripartito.
Las mismas fuentes señalan que EU no está aceptando la opinión de la mayoría y veta o torpedea acciones de gobierno, lo que mantiene bajo mínimos la junta de gobierno y el pleno, cuando hay muchas cosas por hacer, al margen de los 30 puntos del pacto de gobierno. Muchas reuniones pero pocas medidas.
Por otra parte, el hecho de que Pérez, que sólo ostenta el área de Participación, esté la mayor parte del tiempo en la Diputación, donde es la única representante de su formación, tiene dos efectos. Por una parte evita encontronazos, ya que con el otro edil de EU y portavoz del equipo de gobierno, Martín Gil, hay un diálogo más fluido. Pero cuando llega Pérez, que lleva la voz cantante en EU, lo acordado a veces ya no vale y hay que volver a empezar, o supedita las decisiones a su postura en el anterior mandato.
Silencio
La crisis es de tal calado que nadie quiere hacer manifestaciones al respecto. Ni el alcalde ni la portavoz del Partido del Campello, Mari Carmen de Lamo, ni el edil de Demòcrates, David Alavés, realizan declaraciones, mientras que EU reitera que su negativa a determinados temas es un ejemplo de pluralidad y democracia y no de ruptura.
Y al margen de todo esto, el cuatripartito, sobre todo Compromís, sigue insistiendo en que el PSOE entre en el equipo de gobierno. El alcalde ha reiterado su ofrecimiento en múltiples ocasiones, buscando así dar una estabilidad al Consistorio y apuntalar su gobierno. Pero los socialistas han deslizado que ello pasaría por una alcaldía rotatoria a la que el resto de grupos se opusieron durante las negociaciones.
Tregua festera
De todas formas, se espera ahora una pequeña tregua con la llegada de los Moros y Cristianos, que sirva para calmar las aguas en el cuatripartito. Pero después de las fiestas los acontecimientos podrían desencadenarse si no se reconduce la situación. Tambores de guerra a las puertas de los Moros y Cristianos.
