Imponente, laboriosa y solemne. La Gran Entrada de Moros y Cristianos, uno de los momentos más esperados por los vecinos de Mutxamel, volvió a cautivar a cientos de espectadores que desde las 19.00 horas ya buscaban sus asientos en la avenida Carlos Soler para presenciar el desfile.

El tiempo acompañó y si bien por momentos se podían ver algunos cortes, el buen hacer de las comparsas y su devoción por la fiesta se transmitió en cada paso del recorrido. Como es tradición, el bando cristiano inició la Entrada, las comparsas Contrabandistas, Templarios y Maseros representaron el preludio para el espectáculo que daría al público la Capitanía de la cruz, a cargo de la comparsa Piratas.

El boato cristiano fue de menos a más. Enfundados en una gran bandera pirata y a ritmo de tambores, los miembros de la comparsa aparecieron en escena para conjugar el espectáculo visual con la música omnipresente. Bajo el lema «Piratas en defensa de la costa», la comparsa relató los orígenes de la piratería, sus hazañas y la importancia de esta práctica para una provincia como Alicante.

En uno de los momentos álgidos del boato, en los que el ballet narace, formado por un barco, palmeras y calaveras llegaba a las puertas del Ayuntamiento, donde se encontraban las tribunas oficiales, el desfile se vio interrumpido. Dos ambulancias del SAMU accedieron a la avenida Carlos Soler para dar asistencia a un vecino que al parecer había sufrido una indisposición en su casa. Unos quince minutos después, los sanitarios trasladaron en camilla al hombre, que reside en una vivienda a unos cien metros del Consistorio, a la ambulancia y la Entrada se pudo retomar.

El imponente barco pirata del abanderado cristiano, Miguel Climent Aracil, se llevó las primeras ovaciones del público. El boato continuó con la presentación de la escuela de piratas y las diferentes tabernas, que ofrecieron desde dulces hasta mistela y sangría a los espectadores. El disparo de los cañones anunciaba el final de la entrada cristiana y la aparición por fin de los grandes capitanes, Juan Manuel Espinós Climent y Alexandra Cortés Aránega.

Tan sólo unos minutos después y aún con el aliento contenido tras el espectáculo cristiano, la Capitanía Mora comenzaba su conquista. Perfectamente sincronizados y con un gran despliegue, la comparsa Xodios conmemoró en su boato su 120 aniversario festero. «El éxodo» del pueblo judío, su periplo durante siglos por diferentes pueblos y su carácter y valentía fueron solo algunos de los símbolos representados en el boato. La carroza de la abanderada, Alexia Puig Cantó, que es además concejala del Ayuntamiento, hizo su aparición a mitad del desfile de la comparsa. Tras los jóvenes jinetes, escuadras y ballets los capitanes, Rafa Jurado Gomis y Loreto Jurado Gomis, cerraron el boato moro.

Pasadas las 21.30 horas la Entrada se completó con el resto de las huestes moras: Abencerrajes, Moros del Cordó, Zegríes y, por último, Els Pacos.

«Los boatos han sido perfectos, muy bien sincronizados y muy trabajados», afirmó el alcalde, Sebastián Cañadas, quien disfrutó especialmente de la Capitanía Mora ya que es miembro de esta comparsa. El presidente de la Comisión de Fiestas, Pedro Miguel Planelles, también elogió el gran trabajo de los capitanes y cifró en 5.000 las personas que participaron ayer de la Gran Entrada.

El presidente de la Diputación, Cesar Sánchez, la portavoz popular del Ayuntamiento de Alicante, Asunción Sánchez Zaplana, y otros dirigentes populares como José Juan Zaplana y el alcalde de Busot, Alejandro Morant, asistieron a la Entrada. Del mismo modo también estuvieron presentes el alcalde de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar, la alcaldesa de Xixona, Isabel López, el regidor de El Campello, Benjamín Soler, y el primer edil de Sant Joan d'Alacant, Jaime Albero, entre otras autoridades.

Concierto en la calle

La Gran Entrada de Moros y Cristianos tuvo un preludio de lujo a mediodía. Cientos de músicos tomaron la avenida Carlos Soler en un auténtico concierto en la calle en la Entrada de Bandas. Las fiestas continuarán hoy con la Embajada de los Contrabandistas por la mañana y la de Los Moros por la tarde, mientras que la Retreta cerrará los actos de la jornada. Mañana, por otro lado, los cristianos recuperarán el Castillo y tras la Entrega de Banderas por la tarde las fiestas grandes culminarán de madrugada con el disparo de la mascletà.