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El Campello

Perros como pez en el agua

Decenas de familias acuden a diario a la playa que permite mascotas y el Ayuntamiento anuncia que acotarán con boyas en el agua la zona

Usuarios con sus canes. ERIC CARPE

Es ya un punto de referencia que arrastra a familias enteras a un trozo de costa no especialmente apetecible ya que la arena fina de las playas campelleras se convierte en playa de piedras cuando se llega al Río Seco. Y sin embargo, cada vez tiene más adeptos. Decenas de familias disfrutan viendo disfrutar a sus perros chapotear en el agua y bañarse como pez en el agua en la playa Punta del Riu.

La playa para perros de El Campello se consolida y cuenta cada vez con más adeptos que hacen kilómetros de distancia para hacer felices a sus mascotas. Aunque la controversia está servida, puesto que hay también muchas voces que no están de acuerdo y piden su cierre. Desde el Ayuntamiento se enorgullecen de ser uno de los primeros puntos del país con una playa para mascotas y aseguran que ha atraído turismo desde que hace tres años se implantó. Y ya están buscando la ubicación para una segunda playa perruna para, según adelanta la concejal de Turismo, Cynthia Alavés, «descongestionar» la de del Río Seco. Allí, un grupo de vecinos creó ya en 2013 una plataforma oponiéndose a ella.

Roberto Mata vive en Panamá y veranea en El Campello donde le ha sorprendido poder bañarse con «Paco», su bulldog francés . El perro le mira atentamente, mueve su mini cola y le sigue al agua cada vez que se quiere dar un chapuzón. «Mírale, que cara de felicidad», dice Roberto dirigiéndose al can. «Es la segunda vez que vengo y me parece muy bien, siempre que hay limpieza y se limpie todo lo que haga el perro está bien».

La familia Domínguez es de Madrid y durante el verano vive en El Campello. Hace dos años que tienen a «Gin» y no les importa hacer más larga la caminata desde su apartamento para plantar la sombrilla sobre las piedras de la playa de Punta del Riu. Gema, la hija, dice que «me parece mal que haya gente que se queje porque esta playa está apartada y no molesta. Aquí no te puedes meter bien a bañarte, no es la playa más cómoda del mundo». Define a los usuarios de la playa para perros como «gente responsable. Está claro que alguien que se va de vacaciones con su perro recoge todo y lo deja todo limpio». Y añade que las mascotas con las que se cruzan «saben convivir. Son como niños pequeños».

Desde Alicante Nieves Martínez lleva a sus cuatro perros a la playa para que disfruten y ella a su vez ser feliz viéndoles entrar y salir del agua. «Venimos a propósito desde Alicante sólo por los perros. Antes íbamos a pequeñas calas, pero siempre con miedo y tratando de no molestar», cuenta. Todos son recogidos de protectoras y uno de la calle. Su amor por los animales es incondicional así que tener una playa donde poder llevarlos es «una iniciativa buenísima».

Eso sí, no está muy contenta con las piedras que tienen que sortear los canes que en sus arrebatos de felicidad dan saltos y a veces se hacen daño en las patas con ellas. Hace hincapié en la ausencia de peleas y lo justifica porque la playa «no es un sitio donde puedan hacer territorialidad».

Su amigo Carlos Huerzo lleva también a su perro y destaca que «en el suelo no ves ni excrementos, ni papeles ni colillas».

La playa tiene papeleras y bolsas para recoger los excrementos de los animales. Turismo dice que desde este año a la limpieza se le añade un baldeo.

Algún que otro perro se escapa de sus dueños y la cafetería de la playa habilitada para las mascotas afirma que acuden a beber a los bebederos que tienen en la terraza y se vuelven a la playa. El local está concebido para que los usuarios lleguen con su mascota a la que siempre le dan una galleta de premio y suben su fotografía al Facebook que tiene la heladería. Ellos han sabido aprovechar una oportunidad para ofrecer un servicio a quienes no osan salir sin su perro.

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