Dos centros escolares tienen máxima prioridad para el ejecutivo local de El Campello en el inicio de este curso, según explica el concejal de Educación, Martín Gil. El Colegio Público Rafael Altamira y el Colegio Pla de Barraques. El primero tiene que solucionar el hundimiento del suelo de una parte del centro, aunque no reviste peligro para los escolares. Ahora mismo está apuntalado y Gil señala que «los puntales cuestan 15.000 euros al año». El Pla de Barraques tiene que cambiar el techo de uralita. El edil confía en poder poner solución a ambos. v. m.