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El cuatripartito renegocia el centro comercial junto a El Messell para limitar su impacto

El alcalde apuesta por instalar una o varias grandes superficies y no muchas tiendas para reducir la repercusión sobre el pequeño comercio local

El equipo de gobierno de El Campello renegocia las características del centro comercial que se tramita junto al polígono El Messell, y cuya instalación está en su recta final. El pasado lunes el cuatripartito mantuvo una reunión con la promotora del proyecto, Profusa, dueña de la cárnica El Pozo, para tratar de limitar el impacto que este complejo pueda tener sobre el pequeño comercio local, según explicó ayer el alcalde Benjamí Soler.

Esta renegociación es una de las 30 medidas que acordaron impulsar Compromís, EU, Partido del Campello (PDC) y Demòcrates en su pacto de gobierno en los primeros seis meses. Según el mismo, se presentaría una «propuesta de negociación con el agente urbanizador del proyectado centro comercial en El Messell, con el objetivo de reconvertir el proyecto, aunque protegiendo los restos arqueológicos encontrados en la zona».

El primer edil manifestó ayer que esta era una primera toma de contacto, que habrá más reuniones y que buscan que el proyecto sea beneficioso tanto para empresa como para El Campello. El regidor de Compromís señaló que «se va a trabajar atendiendo a lo que se ha hecho y lo que se puede hacer», destacando que la empresa no tenía aún claro el tipo de centro comercial que iba a desarrollar, bien una gran zona comercial con muchas pequeñas tiendas, al estilo del Plaza Mar 2 de Alicante, o bien algo como el área que existe en Sant Joan, con un Carrefour, un Aki o un Toys'R'Us. Soler apuntó que el equipo de gobierno apuesta por esa segunda opción, con una o varias grandes superficies comerciales, y no muchas tiendas pequeñas, ya que entiende que de esa forma se reduce su impacto sobre el tejido comercial campellero. Además, todo apunta a que Al Campo contará con una gran superficie en la zona, ya que es propietario de parte de los terrenos, aunque el dueño mayoritario es Profusa.

El primer edil recordó que la nueva zona comercial representa una superficie similar a la que plantea IKEA para su tienda de Alicante, unos 40.000 m2, y muy lejos de los 80.000 anexos que proyecta la multinacional sueca para otros comercios.

La ampliación del polígono industrial El Messell con esta gran zona comercial se tramitó en el anterior mandato, siendo aprobada la adjudicación definitiva de este Programa de Actuación Integrada (PAI) el pasado mes de abril con los votos a favor del PP, Decido y PSOE, y el rechazo de Bloc, EU e Iniciativa-Els Verds.

Esta mercantil invertirá 4,4 millones en la construcción de la zona comercial, que se ubicará junto a otros terrenos también de su propiedad donde se proyecta la Universidad Mare Nostrum -plan que está en el aire tras el cambio de gobierno en la Generalitat y las deficiencias que tenía que subsanar-. Profusa y los promotores del campus acordaron la cesión del suelo para la universidad, cuya instalación multiplicaría el valor de la zona. De todas formas, Profusa no figura entre los promotores del campus ni lo vincula al centro comercial, según se manifestó en la reunión.

Se espera que tras el verano la mercantil presente al Ayuntamiento el proyecto de reparcelación de este sector, que ocupa 145.644,35 m2. La ordenación del sector, cuya edificabilidad total es de 58.257,74 m2, propone la planificación de dos manzanas: una al norte del barranco que se integra en el polígono industrial existente; y otra, junto al acceso por la AP-7 para la que se prevé la implantación de un uso terciario-comercial. En la citada manzana, junto a la N-332, la AP-7 y la carretera de Aigües, se prevé la construcción de un centro comercial de 47.075,85 m2 de techo.

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