Tras cuatro años en la oposición, Benjamí Soler (36 años, ingeniero técnico en diseño industrial) ha accedido a la Alcaldía de El Campello. Candidato por Compromís, dirigirá a partir de hoy un equipo de gobierno formado por su coalición, EU, Partido del Campello y Demòcrates. Con el PSOE en la oposición, aunque con la esperanza de que sea su mejor aliado a pesar de que las discrepancias en las negociaciones acabaron con los socialistas renunciando a entrar en el gobierno al no aceptar que su candidato fuera el alcalde.
Para un «xic del poble» como usted debe ser todo un honor ser el alcalde de El Campello...
La verdad es que sí, aunque aún no me lo creo. Ha habido tensión hasta el último momento.
Finalmente el PSOE no entra en el equipo de gobierno ni respalda su programa. ¿Nace cojo este cuatripartito en minoría?
Yo creo que es más bien una lástima que no hayan entrado. Deberíamos haber estado todos porque hemos trabajado todos para ello, pero por sus condicionantes han preferido quedarse fuera. Mantenemos abierta la puerta a que se lo piensen mejor y acepten integrarse. Hay que mantener la máxima confianza y cordialidad. De todas formas, no podíamos dejar pasar esta oportunidad, nos habrían matado. La gente ha querido un cambio y así lo reflejaron las urnas.
¿El PP no entiende que la cuarta fuerza más votada ostente la Alcaldía?
Estamos en un tiempo nuevo, de cambio. El PP también se ha dejado en las elecciones más de 1.300 votos.
¿Pero es evidente que la gobernabilidad está en entredicho al estar en minoría con sólo ocho ediles frente a trece en la oposición?
Confío en que el PSOE garantice la gobernabilidad de El Campello, aunque esté en la oposición. Ellos están de acuerdo con el programa de gobierno, en cuya confección participaron. Si no apoyan los 30 puntos, sí 26. Es normal que si finalmente no entran se remitan a su programa electoral, pero creo que no habrá problemas.
¿En algún momento se planteó la Alcaldía rotatoria entre Compromís y PSOE?
Al principio se habló muy por encima, y sólo al final sacó el tema de nuevo el PSOE, pero el resto de grupos no lo veía y también había otros como David Alavés que también reclamaba entrar en esa rueda. Todos salvo el PSOE optaban por mí como alcalde.
¿Qué diferencia ha habido con las negociaciones de hace cuatro años, también a cinco bandas, que al final no fraguaron y permitieron gobernar al PP?
Lo principal ha sido que aunque inicialmente hemos tenido reuniones duales, después todas han sido conjuntas, lo que ha facilitado las cosas y hemos podido llegar a acuerdos programáticos.
¿Cree que puede ser un problema la falta de experiencia de su equipo de gobierno, donde seis de los ocho integrantes entran por primera vez como ediles en el Consistorio?
Una cosa es la experiencia y otra la formación. Son todas personas preparadas y este tema no me preocupe, no tengo miedo. Y además, por ejemplo David Alavés ha sido funcionario municipal desde hace muchos años y conoce perfectamente la casa.
¿Cuáles son los ejes del cuatripartito para este mandato?
Son cuatro. El primer la emergencia social. Un plan de choque contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión social; el segundo es luchar contra las dificultades económicas, con un plan contra el desempleo y el fomento del trabajo, con preferencia para los jóvenes, mujeres y parados de larga duración, y con la promoción de la diversificación económica y de la autoocupación y el emprendimiento; en tercer lugar un nuevo modelo de gestión pública que favorezca la transparencia y la eficiencia en la gestión y la participación de la gente; y en cuarto lugar un nuevo modelo de pueblo, basado en el decrecimiento planificado, como pueblo inteligente y sostenible.
Su programa incluye abordar urgentemente la problemática del vertedero, ajustar el IBI, renegociar el proyecto de la zona comercial de El Messell... pero no hay nada de la polémica Universidad Mare Nostrum ante la que Compromís y EU han sido muy beligerantes.
Es cierto, y no hay nada en el programa porque consideramos que ese proyecto está muerto.
¿Cómo valora la abstención de Ciudadanos en su investidura, a pesar de sus duras críticas a Compromís a nivel autonómico?
Creo que es un gesto de que Ciudadanos se abre al diálogo.
