No hubo sorpresas de última hora, aunque quedan muchas incertidumbres por delante. El pleno de El Campello invistió ayer como alcalde al candidato de Compromís, Benjamí Soler, con el respaldo del cuatripartito que conformará el gobierno en minoría, más el respaldo del PSOE desde la oposición. Un pacto en precario entre Compromís, EU, Partido del Campello (Podemos) y Demòcrates del que se han caído los socialistas, que reclamaban la Alcaldía para su candidato, Pepe Varó, pero que no han impedido que Soler sea proclamado primer edil.
De esta forma, 11 años después de que el PP recuperara la Alcaldía con una moción de censura contra el tripartito de PSOE, Bloc y EU, la izquierda vuelve al poder aunque sin socialistas en el gobierno. Y se culmina así el vuelco en las principales poblaciones de la comarca como consecuencia del 24-M, donde el PP ha sido desalojado de la Alcaldía en sus principales plazas: Alicante, San Vicente, Sant Joan y ahora El Campello. Sólo conserva Mutxamel, donde gobierna en minoría.
Gracias a esta coalición Compromís, la cuarta formación más votada en los comicios (1.470 votos, tres ediles), pasa a dirigir un gobierno en franca minoría que necesitará sobre todo del PSOE para sacar adelante sus propuestas, más aún después de que los socialistas hayan retirado in extremis su apoyo al pacto de gobierno de 30 puntos, anteponiendo su programa electoral.
Un cuatripartito con ocho ediles que tendrá en la bancada de la oposición a 13 regidores que representan a las tres formaciones más votadas, PP (3.356 votos, siete ediles), PSOE (1.762 votos, tres ediles) y Ciudadanos (1.613 votos, tres ediles). Todo un reto para un equipo de gobierno que ayer, ante unas 400 personas que casi llenaron el auditorio de la Casa de Cultura, reiteró su compromiso por el consenso, el diálogo, la transparencia y la lucha por los más desfavorecidos.
Inexperiencia
Hay que destacar que de los ocho ediles del nuevo equipo de gobierno, seis son nuevos, y sólo el alcalde y la portavoz de EU Raquel Pérez (esta última además pasará a ser diputada provincial, por lo que sus responsabilidades podrían ser menores en la Corporación) tienen experiencia en el Ayuntamiento como concejales en el pasado mandato.
En cuanto al reparto de delegaciones, se abordará el próximo lunes, ya que es un tema que no estaba decidido al depender de si el PSOE entraba en el equipo de gobierno, algo que como ya adelantó este medio ha sido descartado.
El primer edil destacó ayer en su intervención que «la vara de mando debe ser llevada de forma conjunta por los partidos firmantes del pacto», tendió su mano a PP, Ciudadanos y PSOE, y reiteró que «es un tiempo de consenso, diálogo y participación, con la idea fuerte de trabajar uniendo criterios, voluntades y sensibilidades para conseguir el bienestar de todos los campelleros (...). Los ciudadanos reclaman otra forma de hacer política, esperan proximidad, honestidad, participación y transparencia (...). El reto es colosal, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de formar un gobierno colegiado, cooperativo, que trabaje por una ciudad que cuide las personas, que potencie el turismo, la industria y el comercio, en calidad de vida».
Soler también añadió tras el acto que el PSOE está de acuerdo con la gran mayoría de los 30 puntos de su programa de gobierno para los seis primeros meses, pese a remitirse ahora los socialistas a su programa electoral, y mantiene abierta la puerta a su integración en el equipo de gobierno.
Un «fraude» para el PP
Por su parte el candidato popular y alcalde saliente, Juanjo Berenguer, acusó al nuevo gobierno de únicamente pactar para impedir que el PP siga en la Alcaldía, pese a ser el más votado, alertando de que el cuatripartito carece de un acuerdo programático para estos cuatro años, y que «no se puede articular un cordón sanitario en torno a nadie». Considera un «fraude» que se pacte sólo para evitar un gobierno popular y puso en seria duda la gobernabilidad de El Campello.
El candidato del PSOE, Pepe Varó, anunció a Soler «una colaboración constructiva, colaboración desde el diálogo y la confluencia de nuestros programas políticos, buscando puntos comunes y evitando los puntos de fricción que nos puedan separar». Y Ciudadanos, que se abstuvo en la votación, adelantó que apoyará iniciativas sensata y que rechazará cualquier radicalismo.
