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Busot despliega una brigada en Cabeçó para frenar la plaga que ha matado 14.000 pinos en la provincia

El Ayuntamiento inicia los trabajos en el paraje natural para retirar los ejemplares afectados por el tomicus con el fin de evitar su propagación y limitar el riesgo de incendios por la presencia de árboles secos

El tomicus destruens es un insecto autóctono presente en todos los pinares. El problema es que la extrema sequía se sufre la provincia ha debilitado los pinos, lo que les hace más vulnerables y ofrecen menos resistencia a estos insectos, que desarrollan su vida mayoritariamente debajo de la corteza. información

La batalla contra la plaga del tomicus que ha obligado a arrancar más de 14.000 pinos en la provincia también se libra en la comarca de l'Alacantí. Además de las tareas de limpieza realizadas en Montnegre, entre Xixona, Mutxamel y Alicante, por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Busot ha desplegado esta semana una brigada forestal en Cabeçó d'Or para frenar a estos insectos perforadores y limpiar los bosques para evitar que un incendio aproveche esos ejemplares secos para propagarse.

La brigada municipal ha empezado a retirar los pinos que se han secado o están moribundos por culpa de la falta de lluvias y por esta plaga. Por el momento en toda la provincia han tenido que ser arrancados más de 14.000 ejemplares en apenas siete meses, sobre todo en la Vega Baja, y el Ayuntamiento de Busot se ha puesto manos a la obra con un objetivo doble: tratar de frenar esta plaga eliminado pinos afectados de estos insectos, y por otra evitar que esos árboles sirvan de combustible este verano en caso de un incendio en un paraje natural de la envergadura de Cabeçó d'Or.

El alcalde Alejandro Morant explicó que la brigada, compuesta por seis operarios y un capataz, va a estar trabajando todo el mes en diferentes puntos de Busot para tratar de atajar esta plaga y reducir el riesgo de incendios. Las zonas donde se va a actuar son en El Calvario, diversas pinadas municipales y en las áreas de Cabeçó donde ha indicado el agente forestal que es necesario intervenir por la presencia del tomicus: en el Racó Seva y el Racó Caldero, donde se ubican las principales áreas boscosas de Cabeçó, montaña en la que el Ayuntamiento es titular de unos tres millones de metros cuadrados.

En un principio los pinos que hay que retirar de Cabeçó no llegan al centenar, pero los trabajos son complejos debido a los problemas para acceder a algunos puntos y la situación es preocupante en caso de un fuego forestal, de ahí la necesidad de prevenir. Esta actuación la acomete el Consistorio con fondos propios, a pesar de que no está obligado al no figurar Busot dentro de la lista de municipios incluidos por la Conselleria de Medio Ambiente en la orden para combatir esta plaga que dictó a finales del pasado año.

El primer edil, que será de nuevo investido alcalde el próximo sábado, explicó que «se trata de una iniciativa municipal a la que no estábamos obligados, pero no nos podemos quedar quietos mientras esta plaga consume nuestras pinadas. Por ello hemos hecho un esfuerzo económico, porque creo que es nuestra responsabilidad tratar de cuidar el entorno aunque no sea nuestra competencia».

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