Los propietarios de la ermita del Pozo San Antonio cederán el edificio al Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig para que pueda acometer su conservación y puesta a disposición de los vecinos, que celebran allí las fiestas en honor a la Virgen del Carmen y San Antonio de Padua, a mediados de agosto.

La alcaldesa, Luisa Pastor, se reunió ayer con los representantes vecinales para estudiar la propuesta y el estado del inmueble. Así, junto al concejal de Urbanismo y la edil de Fiestas, Francisca Asensi, visitaron el interior de la ermita y comprobaron deficiencias en unas cubiertas que provocan la filtración de agua al interior cuando llueve y corroboraron la necesidad de acometer otras mejoras, según informaron fuentes municipales.

La ermita de Nuestra Señora del Carmen se incluye en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos por imperativo legal, según la ley de Patrimonio Cultural Valenciano. En el documento se indica que se trata de un edificio de planta rectangular con dos cuerpos laterales en su cabecera, cubierto a dos aguas con teja plana. Presenta una fachada con espadaña y hueco de entrada adintelado, explicaron las mismas fuentes.

«Interiormente, cuenta con una bóveda con un arco fajón que se manifiesta exteriormente con un contrafuerte. El acabado exterior es a base de las reparaciones de mortero de cemento sobre los muros antiguos de mampostería, pintado el conjunto de cal hidráulica que le da una imagen de edificio tradicional», según informaron desde el Ayuntamiento.