Algo más de un centenar de niños emuló ayer a los mayores en las Fiestas de Moros y Cristianos de San Vicente del Raspeig. Los pequeños de entre 5 y 13 años fueron los protagonistas absolutos del día en el que la fiesta da el pistoletazo de salida. Por primera vez se celebró una Embajada Infantil, con el castillo como testigo de una historia de juegos infantiles que tuvo como frase principal: «Todo es más bello cuando lo hacen niños»

Los entorno a 150 festeros pertenecen a comparsas sanvicenteras y eran capitanes generales, embajadores, centinelas, juglares, campesinos o tropa y en el alardo tiraron 500 cajas de bombetas.

Dos son las diferencias principales con las Embajadas adultas: la primera es que se realizó la conquista mora del castillo y la cristiana en el mismo acto; y la segunda es que la embajada está adaptada a un lenguaje más infantil que ha realizado la festera Inés García, quien destaca que el acto es «un juego de niños. La toma del castillo moro se termina yéndose todos a merendar», cuenta.

Al término del acto la Reina de las Fiestas, Beatriz Maldonado, y de la Primavera, Laura Fuentes, acompañadas por sus cortes de honor y los cargos generales Moros y Cristianos se dirigieron a la plaza de España donde pulsaroan el botón del encendido del alumbrado extraordinario de las Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos 2015.

Y a continuación la tradición volvía a llamar a la puerta de los sanvicenteros testigos de la Nit d'Albaes en la plaza de España donde la asociación cultural Tío Vaina entonaba cantos típicos valencianos.

La fiesta continúa hoy con el desfile informal de la Entraeta Cristiana a las nueve y media de la noche; los festeros se dirige al Castillo desde la avenida de la Libertad. A la misma hora del jueves es el turno de la Entraeta Mora. Ese día a partir de las ocho y media de la mañana tiene lugar el acto del descenso de San Vicente Ferrer. El viernes, el Pregón de fiestas a las nueve de la noche anunciará que San Vicente está en plenos festejos.