Los vertidos altamente contaminantes de la depuradora de Cala d'Or acaban en los tribunales. Esquerra Unida ha denunciado ante la Fiscalía Provincial el funcionamiento de esta obsoleta estación, por la que el Ayuntamiento de El Campello abona multas impuestas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) todos los años por los vertidos contaminantes, unas infracciones que el Consistorio ya prevé con una partida presupuestaria todos los años. Entre 2008 y 2013 pagó 140.000 euros. Por ello en el escrito presentado por la edil Raquel Pérez se pide a la Fiscalía que investigue estos hechos, denunciando al alcalde Juanjo Berenguer y a los ediles de Medio Ambiente, Turismo, Sanidad, Infraestructuras y Patrimonio por sus supuestas responsabilidades.
EU ha alertado reiteradamente de este problema «no solo porque los vecinos de la zona han tenido que sufrir los malos olores, mosquitos y ratas que se desencadenan por las roturas, sino también al considerar que en estos años, no se han preocupado desde el equipo de gobierno (PP-Decido) del daño al medio ambiente que provocan los vertidos en el subsuelo, el riesgo en la salud pública y el deterioro del medio marino».
Tal y como viene informando este medio, la vieja estación de Cala d'Or aplica a las aguas residuales de la zona sólo un tratamiento primario -únicamente separa los elementos sólidos de las aguas- mientras que el tratamiento terciario limpia de contaminación las aguas fecales. Por ello vierte las aguas negras con un tratamiento mínimo por un barranco que desemboca en Cala Baeza. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil emitió un informe el pasado mes de octubre sobre la investigación que llevó a cabo el pasado verano por nuevos vertidos incontrolados al mar que vecinos denunciaron en Cala Baeza, y el Institut d'Ecologia ha recomendado prohibir el baño en el puerto de Cala Baeza y abrir un canal para favorecer la renovación de las aguas por su mal estado, debido al estancamiento y a los vertidos ilegales, aunque sus analíticas estaban dentro de lo normal.
EU advierte que «el actual sistema de depuración de aguas residuales de la zona norte no es capaz de soportar el abastecimiento de la población residente, por tanto, las roturas y vertidos de aguas son continuas. La CHJ ha sancionado al Ayuntamiento, durante estos años, por provocar contaminación o degradación del dominio público, al verter aguas fecales a los cauces». Y el problema se agrava en verano, cuando se multiplica el número de residentes en la zona y por tanto, el caudal de residuales a tratar.
