La obra del escultor Arcadi Blasco se vio ayer manchada por la acción de los vándalos. El Monumento al Pescador amaneció mancillada con dos pintadas realizadas por gamberros, dañando uno de los emblemas de El Campello. Ahora habrá que ver si es posible que recupere su aspecto original.
El portavoz del PSOE, Pepe Varó, lamentó ayer la «acción de los vándalos, que parece que se ha convertido en un deporte y que han manchado un monumento emblemático para El Campello. Ha sido en la noche del sábado al domingo, cuando alguien se ha metido dentro del estanque y ha realizado varias pintadas. Nos parece intolerable esta salvajada, es una falta de respeto hacia el patrimonio artístico e histórico de los campelleros», reclamando al Ayuntamiento que tome las medidas necesarias para limpiar el monumento y recupere su imagen original. Aunque es probable que esto requiera algo más que agua a presión, ya que se trata de cerámica al horno y podría quedar la señal de las pintadas, según apunta el PSOE.
El vándalo o los vándalos que actuaron tuvieron que mojarse para realizar su fechoría, ya que el estanque cuenta con un palmo de agua. Precisamente la fuente del monumento fue reparada recientemente tras meses fuera de servicio, según explicó ayer el edil del PSOE Pere Lluis Gomis, que en varios plenos ha preguntado por el abandono que sufría, que llevó incluso a que estuviera fuera de servicio el pasado verano.
Abandono
Por ello el PSOE reclama al Consistorio que actúe rápidamente para recuperar la imagen original y evitar que de nuevo caiga en el abandono, más aún cuando actualmente se está llevando a cabo la restauración de la otra parte del monumento, ubicada en la arena de la playa del Carrerlamar, tras mucho tiempo de dejadez. El Ayuntamiento está reponiendo las piezas cerámicas dañadas por la erosión marina de este monolito, que representa un faro -que antes estaba en el agua y tras la regeneración de la playa está en la arena-que «guía» la barca ahora pintada.
Este conjunto fue construido en 1990 por el escultor mutxamelero y a pesar de su juventud es ya un monumento emblemático para El Campello por su singularidad arquitectónica. Representa la unión y dependencia que la población y sus gentes tienen históricamente con la mar.
