A la luz de las velas o del teléfono móvil, sin televisión, nevera ni lavadora. Así viven desde hace unos días los vecinos del portal 24B de Santa Isabel por culpa de unos ladrones que el pasado viernes se llevaron de su tejado el cable de luz que les daba servicio.
La desgracia se ha cebado con uno de los edificios en peor situación de este barrio sanvicentero. Sus habitantes son familias con pocos recursos económicos que se quedaron a la espera de que la Generalitat les rehabilitara el inmueble y la comunidad de vecinos no ha llegado a contratar un seguro de escalera.
Cuando el pasado viernes, sobre el mediodía, se dieron cuenta de que no tenían luz llamaron a Iberdrola y, según relatan, acudió un técnico que les comunicó el origen del problema y, según los afectados, les dijo que se solucionaría. Así, a oscuras, aguantaron el fin de semana esperando que el lunes se les repusiera el servicio. La sorpresa les llegó ayer cuando, según relataron, la compañía les comunicó que no sólo hay que reponer el servicio sino que deben modernizar sus instalaciones y obtener cada vivienda un boletín nuevo.
«Íbamos a hacer el esfuerzo de pagar unos 600 euros entre todos para sustituir el cable robado, pero el boletín supone unos 400 euros por vecino y eso no lo podemos pagar», lamenta una vecina. La señora opina que, puesto que el cable no estaba dentro del edificio, «es Iberdrola la que debe reponerlo».
Según explican, la empresa pretende que se adapten a la normativa que obliga a modernizar las instalaciones antiguas antes de 2018, instalando un cuadro de contadores en la planta baja en lugar de tenerlos en la parte superior. Pero los vecinos piden que se les dé ese margen de tiempo ya que aseguran que ahora no pueden afrontar un gasto tan elevado.
Otro problema es que algunas familias del inmueble no están al día en los pagos del recibo de la luz, pero ello repercute en quienes sí lo abonan. Entre estas últimas se encuentra Vicenta Delgado: «Yo vivo aquí desde hace casi 50 años, tengo una pensión de 600 euros y además tengo que ayudar a mi hija», explica llorando esta vecina de 70 años de edad que se está viendo obligada a pasar las noches a oscuras y sólo «con la luz del teléfono, con velas o cerillas, como antiguamente».
«Qué va a hacer mi madre. Ella tiene sus recibos al día y no puede asumir el coste del reenganche para todo el edificio», lamenta su hija.
Otra residente en el inmueble, Pilar Expósito Sánchez, cuenta que ha tenido que dejar a su hija de 9 años en casa de su hermana para que no pase por este duro trance. Mientras, su marido y ella se las arreglan para comer cocinando con un camping gas.
Los vecinos afirman que han pedido solución no sólo a la eléctrica, sino también al Ayuntamiento, aunque anoche seguían a oscuras. Fuentes municipales explicaron ayer que desde las áreas de Urbanismo y Servicios Sociales se estuvieron realizando gestiones con Iberdrola y con los vecinos afectados «para buscar soluciones y que se reponga la luz lo antes posible».
Este diario intentó recabar la postura de la compañía, pero no resultó posible.
