Seis alumnos de San Vicente viajaron la semana pasada a la ciudad alemana de Rees para participar en una reunión del proyecto europeo Live!. La sorpresa que allí se encontraron fue que, además de charlar con estudiantes del país anfitrión más Noruega, Holanda y Polonia, también pudieron conversar con la ministra germana de Medio Ambiente. Del María Blasco acudieron María Papí, Álvaro Tornos, Irene Sogorb, Jessica Santamaría, Violeta García y María Louzao, acompañados por los profesores Javier Pastor, Lola Bermúdez y Herminia Pastor, coordinadora del proyecto.
Live! forma parte del programa Comenius que tiene por objeto «reforzar la dimensión europea en el campo de la educación secundaria, promoviendo la movilidad y la cooperación entre centros educativos», señala Javier Pastor, jefe de Estudios del IES.
Los estudiantes sanvicenteros prepararon una ponencia sobre las energías renovables en España, escucharon las de los otros países y asistieron a una conferencia de la ministra de Medio Ambiente sobre el desarrollo de este sector. Al término de la sesión Bárbara Hendricks se sometió a las preguntas de los jóvenes y se acercó a conversar con ellos. Tan cercana se mostró la represente del Gobierno de Ángela Merkel -en comparación con muchos políticos españoles- que estudiantes y profesores quedaron muy sorprendidos y, agradecidos, le obsequiaron turrón del Consejo Regulador de Xixona que se habían llevado desde San Vicente.
«Nos ha parecido que la ministra tenía mucha más educación que los políticos españoles, daba respuestas más realistas y, sobre todo, nos ha gustado la cercanía, ya que en este instituto no hemos tenido ni al conseller», relataban ayer los miembros del grupo, ya de vuelta a San Vicente.
Según relataron, el instituto anfitrión contactó por email con Hendricks «que tardó cinco horas desde Berlín, y en coche» para reunirse con ellos.
En respuesta a sus preguntas, la ministra les explicó que durante sus últimas vacaciones hizo un recorrido en bicicleta y que «para llegar a ministra fue necesario tener muchos contactos, formación y amigos dentro de su partido que quisieran que ella estuviera allí». «O sea, enchufe», resume una de las alumnas.
Aunque en el instituto alemán había menos puntos de reciclaje que en el centro sanvicentero, lo que sí gustó a los estudiantes fueron los incentivos en Alemania para reciclar. «Lo bueno es que allí te pagan por hacerlo. Una niña había guardado 27 botellas de plástico y le dieron 7 euros», apunta uno de los participantes. «También hemos mejorado mucho el inglés, ha sido muy enriquecedor porque hemos aprendido de otras culturas y hemos comprobado que allí van en bici a todos lados, pese al frío que hacía, porque están muy concienciados», relatan. Además de volver con más conciencia ecologista, han vuelto «muy orgullosos porque España es el país de Europa que más energías renovables utiliza» aunque «debe mejorar las ayudas y la legislación para potenciar las energías renovables frente a otras fuentes».
