La nueva tasa establecida en San Vicente del Raspeig para los dueños de los perros ha desatado ya las primeras protestas de los afectados. La asociación en defensa de los animales Traffik ha iniciado una campaña de firmas y estudia convocar una manifestación portando a sus mascotas. Además, sus representantes se reunieron ayer con el grupo municipal del PSOE, que acusó al equipo de gobierno de provocar el enfrentamiento vecinal entre los propietarios de canes y el resto de ciudadanos.
La representante de Traffik, Anabel Auleda, explicó que no se oponen a que se cree un censo municipal «pero sí a que nos graven económicamente por ello». La portavoz recuerda que estos ciudadanos ya tienen obligación de inscribir a sus mascotas en el Rivia -el registro de la Generalitat-, e implantarles un microchip «y ya pagamos por ello entre 60 y 70 euros». Además, apunta, todos los años se les vacuna contra la rabia y para hacerlo es obligatorio que tengan el citado dispositivo.
Auleda opina que esta nueva tasa discrimina a los propietarios que cumplen con su deber «frente a los irresponsables con ellos mismos y sus familias» que no les inscriben en el Rivia ni les vacunan. El motivo es que el Ayuntamiento podrá sancionar dentro de un año a los dueños de perros que no los hayan censado y para comprobarlo podrán cotejar los datos con los de la Generalitat. Por tanto, apunta, «Va a ser muy difícil localizar los perros no inscritos a no ser que vayan por la calle y cometan una infracción».
«En injusto. Si quieren que hagan el censo, pero que no lo cobren porque ya estamos pagando suficiente», apuntan desde Traffik.
Por su parte, el portavoz socialista, Rufino Selva, señaló que la nueva tasa «obedece al afán recaudador del Ayuntamiento ya que únicamente le compete a él establecer el modo y la cuantía».
«Falta de limpieza»
Con este nuevo tributo, apunta el edil de la oposición, «el PP está consiguiendo un doble objetivo reprobable, por un lado el repago sobre el importe que ya se satisface» a la Generalitat y, «por otro, conseguir enfrentar a unos vecinos con otros», es decir, a los dueños de mascotas con aquellos que no las tienen. Con ello, señalan, el PP intenta «tapar que no está cumpliendo correctamente con sus obligaciones» en cuanto a la limpieza de la ciudad debido a la presencia de heces caninas en aceras y espacios públicos pues «son muy reducidas las actuaciones y sanciones que ellos mismos propusieron».
