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Un total de siete aspirantes optan a ocupar el puesto para controlar las cuentas de Sant Joan

La ausencia de un interventor ha retrasado la elaboración de la tabla presupuestaria para 2015

Un total de siete aspirantes optan a ocupar el puesto para controlar las cuentas de Sant Joan

Un total de siete candidatos se presentaron ayer a la prueba selectiva para ocupar el puesto interino de interventor del Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant. Al examen, que se celebró ayer en la Casa de la Cultura, se presentaron la mitad de los inscritos inicialmente al cargo y, hasta el lunes que viene, no se conocerán los resultados de la prueba, según señaló ayer el edil de Hacienda, Modesto Baeza.

Como se recordará, el pasado mes de junio el puesto se quedó vacante y, entonces, el Consistorio acudió al segundo y tercer nombre de la lista de la cual se seleccionó al anterior cargo. Sin embargo, por «cuestiones laborales», ninguno de los reservas pudo asumir la función fiscalizadora, según explico ayer el responsable del área municipal. Una situación que obligó al Ayuntamiento a convocar, de nuevo, pruebas selectivas para designar un nuevo cargo interino.

Mientras tanto, dos empleadas públicas del Ayuntamiento se han visto obligadas a ocupar el asiento de manera accidental. De hecho, en estos momentos, una de ellas continúa al frente de la función fiscalizadora pese a que el equipo de gobierno prefiere esperar la llegada del nuevo interventor para que dé luz verde a los grandes desembolsos económicos que planea.

Trabajo aplazado

Cuando el nuevo interventor aterrice en el Ayuntamiento de Sant Joan, lo que ocurrirá a principios de noviembre según el edil de Hacienda, tendrá que hacer frente al trabajo aplazado durante estos tres últimos meses.

Por una parte, hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento todavía no ha arrancado las obras de urbanización de la Font, valoradas en 5,8 millones, pese a que marcó el pasado mes de septiembre como fecha de inicio. Esa será la primera prueba de fuego para el recién estrenado interventor, que deberá avalar la adquisición de un crédito para financiar la actuación. Una operación que, pese a que el equipo de gobierno se empeña en descartar como «arriesgada» para la estabilidad presupuestaria de la localidad aunque disparará la deuda municipal a doce millones de euros. Dos más que cuando los populares llegaron al poder en 2011. De hecho, Baeza prefiere esperar a la designación del nuevo interventor para seguir hacia adelante con la operación.

Pero eso no es todo. El seleccionado tendrá que fiscalizar la deuda contraída por la implantación de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) en el municipio. Desde el equipo de gobierno sostienen que «está todo arreglado y que no habrá quiebra en las cuentas locales», pero, lo cierto es que de momento no se ha firmado un aplazamiento del pago a la Generalitat por la compra de la residencia Tiempo Libre, que el Consistorio adquirió para instalar el campus católico. Por lo que en 2015, de momento, se tendrá que abonar la cuantía que ascienda a 4,5 millones más los intereses devengados si no hay cambios al respecto.

Además, la falta de un interventor ha retrasado el proceso de elaboración del presupuesto de cara a 2015. «Ya hemos iniciado el borrador de las cuentas pero es el interventor el que tendrá que avalarlas con un informe», admitió ayer el edil de Hacienda.

El portavoz del PSOE, Baltasar Ortiz, reclamó que se normalice la situación en el área económica del Consistorio. «La mala gestión del PP ha llevado a la paralización de la actividad municipal», lamentó.

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