Cientos de personas se trasladaron ayer en el tiempo y se vieron en medio de un campo de batalla en el que las huestes moras y cristianas peleaban por el dominio de las tierras de El Campello.

La imponente Embajada Mora, a cargo de la comparsa Nou Bebec, comenzó con la cruenta batalla de dos prisioneros cristianos, que a ciegas y sin saberlo, protagonizaban un combate a muerte. El despliegue de crueldad del bando moro continuó al «ejecutar» al vencedor y la lucha dialéctica se entremezcló con la escenificación de los combates de ambos bandos, que llevó a cabo la Colla Escénica. Interpretaciones de gran realismo que agradeció el público con largos aplausos en cada intervención.

Por primera vez también, el embajador cristiano, en este caso, interpretado por Marc Vaello de la comparsa Jaume I, dejó la fortaleza y descendió a tierra para defender los intereses de las huestes de la cruz. La Embajada, que se realizó como es tradición en valenciano, contó también con el disparo de antiguos cañones dispuestos frente al Castillo.

Los cargos moros esperaban pacientes detrás de su embajador, Vicent Garcia «Verga», con la convicción de tener la suerte a favor. La juventud y entrega del ejército moro y el poderío de su embajador y capitán, que también intervinieron en la batalla, finalmente dieron la victoria al bando de la media luna y la bandera cristiana cayó de lo alto de la fortaleza, ubicada por segundo año consecutivo en la plaza de Saint Cristhol les Ale.

La música en vivo durante los últimos actos de la Embajada sirvió como colofón perfecto para una escenificación que dejó atónitos a los espectadores, en especial a los niños, que se contaban los unos a los otros la historia de aquellos ejércitos que luchaban por el poder del que hoy es su pueblo. Arropados por los miembros de todas las comparsas moras, el capitán moro recibe las llaves de la ciudad de manos de los cristianos y, junto al resto de cargos, sube a lo alto del Castillo y saluda a sus súbditos.

Los cristianos se despiden pensando ya en la venganza y diseñando la estrategia que finalmente les devuelva sus tierras. Acto que tendrá lugar hoy con la Embajada a mediodía.

Desfile

El bando moro celebró su victoria durante toda la jornada y en un alarde de poderío recorrió las calles de la localidad en la Entrada que comenzó pasadas las 19.00 horas. Las comparsas de la media luna fueron las primeras en desfilar y, a continuación, fue el turno de las tropas cristianas.

Las fiestas continuarán hoy con la reconquista del bando de la cruz y la «entraeta». La Retreta reunirá nuevamente a los festeros por la tarde en el tercer día de la trilogía. Los actos más solemnes tendrán lugar mañana, con la misa en honor a Santa Teresa, la ofrenda de flores y procesión de la Mare de Dèu dels Desemparats. Y, finalmente, el castillo de fuegos artificiales será el último acto de las fiestas de Moros y Cristianos.