La multinacional Cemex ha iniciado el derribo del complejo de viviendas de sus antiguos trabajadores, situadas junto a la calle Fábrica de Cementos y cerca del barrio del Tubo. De momento, la mercantil sólo va a demoler cuatro casas que estaban vacías y habían sido tapiadas para evitar la entrada de okupas, aunque también ha comunicado el desalojo a algunas familia que habitan otras de forma ilegal.
Unos operarios acudieron ayer al barrio y comenzaron a tirar las dos casas más cercanas al barrio del Tubo. La pala excavadora provocó la inquietud de las familias que aún viven en el complejo, al creer que también se iban a demoler algunas de las casas habitadas.
Por ello contactaron con la portavoz del grupo municipal de Esquerra Unida, Mariló Jordá, quien acudió al barrio para prestarles su apoyo. La edil viene defendiendo que en lugar de demoler estas viviendas, se restauren y se destinen a alquileres sociales.
El problema reside en que en el barrio ya no quedan trabajadores de Cemex, sino algunos familiares y la multinacional pretende desalojarlos. En algún caso ha pedido el desahucio ante los tribunales.
Una de las afectadas, Ana Vanesa Javier Lillo, reconocía ayer que ocupó la vivienda hace dos años sin autorización. El problema, explica, es que sus ingresos como limpiadora no le llegan para mantener a sus dos hijos. «O pago un alquiler o comemos», señalaba ayer esta mujer, quien pedía que les dejen continuar allí y expresaba su preocupación por la posibilidad de que la casa que habita se vea afectada si derriban la anexa.
Otro vecino, en cambio, aprobaba el derribo de las dos primeras casas pues explicaba que llegaron a estar ocupadas por personas que al parecer sólo generaban problemas de seguridad en la zona.
Desde el equipo de gobierno recordaron ayer que las viviendas son de propiedad privada y que el Ayuntamiento no puede obligar a Cemex a mantenerles, máxime cuando «habían sido expoliadas y algunas casi en situación de ruina. Además, apuntaron, con esta actuación «se va a evitar la ocupación ilegal de estas infraviviendas».
