Ignacio Berenguer acaba de tomar las riendas de la Asociación de Comerciantes de San Vicente, después de tres años y medio como vicepresidente, a raíz del cese de Mavi Ferrer en el cargo por motivos personales. Aunque nació en Alicante hace 45 años, este abogado casado con una sanvicentera reside en la localidad desde 2001 y lleva ya unos ocho años integrado en esta entidad que representa a cientos de vendedores de San Vicente del Raspeig.
¿Cómo ha acabado un abogado representando a los comerciantes de San Vicente?
Porque la asociación es de comerciantes, pero también de empresarios y profesionales. Es heterogénea. Yo entré cuando la presidía Juan Francisco Moragues, que me llamó para su junta directiva y después he acompañado a Mavi Ferrer.
¿Acaso falta energía entre los comerciantes?
No. De hecho, en la junta directiva somos seis miembros y todos son comerciantes menos yo.
¿Se está notando ya en el sector esa recuperación económica de la que tanto se habla?
¡Qué difícil! Creo que lo que se nota no es tanto la inercia general como el empeño de cada uno de los comerciantes. Si un negocio sale a buscar al cliente y le va bien, eso es fruto de su trabajo.
Pero la coyuntura influirá.
Es que lo importante es lo que haga cada uno, aunque también es cierto que hace dos años aunque el comerciante pusiera su empeño en salir a la calle, al final era un esfuerzo baldío.
¿Está el comercio de San Vicente en condiciones de empezar a generar empleo?
Sí. No sé si pronto, pero a medio plazo sí.
¿Qué es lo que necesita el sector ahora?
Le falta salir más a la calle, enseñar lo que tiene y no esperar a que el cliente venga a vernos. Tenemos un comercio de muchísima calidad y debemos proyectarlo al exterior.
¿Qué periodo medio de duración tienen las tiendas que abren?
Pues es verdad que hay comercios que a causa de un mal planteamiento tienen que bajar la persiana a los seis meses de abrir, pero hay otros que llevan cincuenta años funcionando.
¿Qué sectores tienen más empuje?
Esto siempre ha sido una ciudad del mueble y, aunque se han perdido muchos de estos negocios, han abierto otros de moda, librerías, bisuterías...
¿Qué les va a suponer la apertura de Ikea en terrenos tan próximos a San Vicente como es la zona de Rabasa?
Ikea no me preocupa tanto como lo que pueda venir a su alrededor. Desgraciadamente ya no es sólo una tienda de muebles sino también de decoración, ropa de cama... Pero quien es cliente de Ikea se hace 80 kilómetros para ir a ese tipo de comercio, que no es de calidad. Por tanto, no tiene por qué afectar. Le debemos tener respeto pero no sé si sería bueno pararlo, aunque se pudiera, porque hay que ver el interés general de la población. Aprovechemos que Ikea va a ser un foco de atracción, de gran afluencia de público para que sea como un foco que ilumine hacia San Vicente. Pienso que debemos verlo como una oportunidad de negocio y explotarlo. Va a estar en Alicante pero la zona de influencia está en San Vicente y de lo que se trata es de que la gente que vaya a comprar haga una parada en ese tesoro de comercio de calidad que tenemos aquí.
