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Agua derrochada en el paraje más seco

Un vergel se adueña del río Seco en El Campello, el municipio donde menos ha llovido en 2014

Un rebaño de ovejas, cabras y vacas se alimentaba esta semana del cauce verde del río Seco, cuyo desértico entorno evidencia la falta de lluvias en El Campello J.A. Rico

Agua malgastada en el municipio más seco de España. El Campello es el máximo exponente de la severa falta de precipitaciones que azota este año la provincia. Es el municipio donde menos ha llovido de España en los primeros nueve meses de 2014, con apenas siete litros por metro cuadrado. Nada. Pero también representa un pésimo ejemplo de la gestión de los pocos recursos hídricos con los que cuenta la región. A pesar de la ausencia de lluvias, paradójicamente el río Seco rebosa vida gracias al caudal permanente que le proporciona la depuradora por la mala gestión de la Generalitat, para indignación de los regantes de la comarca.caudal permanente depuradora mala gestión Generalitat

La planta de l'Alacantí Nord, en Sant Joan, tira desde hace más de tres años toda el agua que depura al río Seco, unos 2,5 millones de litros anuales que acaban en el mar. Y eso que está a medio gas, ya que a pleno rendimiento llega a los 5 millones de litros. Ese caudal ha creado un auténtico vergel a su paso por El Campello. Se pueden ver peces, ranas, garzas o patos en un paraje en el que ha llovido menos que en el Sahel, la zona habitada entre el Sáhara y la frontera con Sudán donde menos precipitaciones hay del mundo. El ecosistema que se ha formado atrae a cabras, vacas, ovejas, caballos y otros animales que obtienen allí su alimento, e incluso se refrescan en unas aguas limpias. Todo un río de vida a costa de que los regantes de la comarca, que lamentan que la Generalitat aún no haya puesto fecha ni el dinero para la obra necesaria y anunciada desde 2008 para aprovechar parte de ese caudal.

Esta situación se arrastra desde la inauguración de la planta en 2011, pero es ahora más llamativo y preocupante ver cómo el agua se pierde por el río en el municipio con menos lluvias de España cuando la provincia sufre una de las peores sequías de su historiasequías , según el Laboratorio de Climatología de la UA.

Desde el Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante lamentan que esa agua se esté desperdiciando, señalando que «con la sequía que estamos padeciendo clama al cielo que no se esté aprovechando ese caudal. Las sequías en nuestra zona son cíclicas por lo que no podemos desperdiciar ningún recurso hídrico. Nuestra única aportación fija viene de las depuradoras, y si una de ellas tira todo su caudal al río, pues mal vamos. Estamos en una zona deficitaria y hay que aprovechar todos los recursos, no podemos permitirnos desperdiciar nada».

La falta de precipitaciones en la provincia la han convertido en una de las regiones más secas del planeta en el último año agrícola. Hasta en el Sahel hubo más precipitaciones en ese periodo con 120 litros por metro cuadrado, cuando en El Campello hubo siete. Pero parece inconcebible que en el Sáhara desaprovecharan un caudal como el de la depuradora de Sant Joan. En Alicante, sí.

Proyecto de bombeo

De cualquier forma la Conselleria de Medio Ambiente, después de dejar sin dotación presupuestaria esta actuación los últimos tres años, ha iniciado los trámites para que los regantes puedan aprovechar ese agua, aunque sigue sin estar el dinero consignado ni los plazos.

La Entidad de Saneamiento ha sacado a licitación la redacción del proyecto para bombear el caudal a los agricultores, lo que va a permitir saber exactamente el trazado más adecuado para la tubería y cuánto cuesta la obra, que se estima entre 400.000 y 600.000 euros para una estación de bombeo y una conducción de un kilómetro que conecte con otra de los regantes, para elevar el agua hasta El Pantanet de Mutxamel. Es un primer paso que destacan tanto agricultores como el alcalde de Mutxamel, pero el Consell ya aseguró en 2013 que esa tubería no es prioritaria y que los regantes ya contaban con agua de calidad, algo de lo que discrepan abiertamente desde el Sindicato de Riegos.

A pesar de la lengua verde que llena de color el cauce del río, el contraste con su entorno desértico, árido y seco evidencia que el agua no sobra precisamente en esta zona.

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