La parroquia de San Vicente Ferrer acoge el próximo domingo el acto de toma de posesión del nuevo párroco, Miguel Ángel Cerezo Saura, quien viene a sustituir a Joaquín Rodes Roca, el sacerdote que durante los últimos tres años se ha venido ocupando de este importante templo.
Rodes se ha trasladado a la parroquia de San Pablo, en el barrio alicantino de San Blas, donde tomó posesión el pasado día 7.
El nuevo cura de San Vicente, de 40 años de edad, es un oriolano de la pedanía de Camino de En Medio. En 1998 se ordenó como sacerdote y desde entonces ha ejercido como formador de seminaristas y de profesor. En 2007 inició su labor en Biar y desde 2008 es delegado de la Pastoral Familiar del Obispado.
Mañana, sábado, tendrá lugar en la parroquia de la Mare de Déu de l'Assumpció el acto de despedida de Miguel Ángel Cerezo, quien a su vez será sustituido por José Manuel Bascuñana Burgos.
Para Cerezo, la responsabilidad de estar al frente de San Vicente Ferrer supone «un reto grandísimo y muy ilusionante, porque es una de las parroquias más grandes de Alicante y, quizás, con más población de la Comunidad Valenciana». Abarca una zona con una población de 35.000 habitantes debido a que en la localidad sólo hay tres iglesias y es la más céntrica y antigua.
El sacerdote confía en que su experiencia en la Pastoral Familiar le sirva especialmente en este municipio con tantos jóvenes.
