De proyecto estrella a lastre económico para el equipo de gobierno popular. La operación para implantar la Universidad Católica de Alicante (UCA) en Sant Joan no ha cuajado y el alcalde Manuel Aracil concluirá su legislatura sin que el centro universitario esté en funcionamiento, pese a que su llegada inminente ya se anunció de cara al inicio del curso 2012/2013. Tres años más tarde, la UCA sigue sin aterrizar en el municipio.
Aracil presentó la propuesta al inicio de su mandato como un proyecto que posibilitaría la creación de empleo en Sant Joan. Un municipio que registra más de 2.000 parados. Sin embargo, la Universidad que, según los populares, traería a cientos y a cientos de alumnos que invertirían en el comercio local, nunca llegó. La no aprobación de la Ley de Reconocimiento de Universidades en las Cortes mandó al traste las intenciones del primer edil.
La falta de confianza del PP de Sant Joan en el Gobierno autonómico quedó patente cuando en el pleno del pasado mes de febrero los populares aprobaron, en solitario, una moción para solicitar al Consell la firma inmediata del convenio para liberarlos del pago de 4,5 millones por la compra de la residencia Tiempo Libre, inmueble donde se instalaría la Universidad Católica, pese a que todavía no se había asentado allí al no contar con el reconocimiento de la Generalitat. Pero ni tras este paso consiguieron que el Ejecutivo valenciano apostará por el proyecto.
Desde la Asociación de Comerciantes de Sant Joan sostienen que son conscientes de que el proyecto generará riqueza en el municipio, aunque no están a la espera de que llegue. «Nosotros seguimos trabajando centrados en promocionar la oferta local para atraer clientes de los municipios vecinos», explicaron desde la organización a la vez que especificaron que «no» están «a la expectativa de que la Universidad se implante en Sant Joan». «Cuando llegue, bienvenida sea», zanjaron.
