La transformación de San Vicente del Raspeig, en especial, de su casco urbano en los últimos años es evidente. Con apenas 180 años de historia, la localidad ha logrado aunar dos estilos arquitectónicos. Por una lado, se puede apreciar la huella de las tradiciones y costumbres de un pueblo y, por otro, las ganas de dejar de ser una ciudad dormitorio, de generar espacios y ganar peso, tanto en la comarca como en la provincia a través de la innovadora edificación contemporánea.

La aprobación, esta misma semana, por parte de la Conselleria de Infraestructuras, Medio Ambiente y Urbanismo, del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos define esta evolución y el cáracter de un municipio joven que quiere creer. Dos años después de su puesta en marcha, el Consell ha dado el visto bueno a este documento, que se lleva a cabo por primera vez en la localidad y que contempla 41 edificios y conjuntos arquitectónicos. Este documento es además el primero en el desarrollo del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

La inclusión de los edificios industriales, como la cementera, y los contemporáneos como el nuevo Ayuntamiento, la Casa de Cultura, la Biblioteca Municipal, las Viviendas Tuteladas, el Jardín Vertical y siete edificios del campus universitario permiten al municipio marcar una diferencia importante respecto a otros catálogos de estas características, que suelen ceñirse a proteger los inmuebles históricos de una localidad.

«San Vicente se ha convertido en un referente a nivel nacional de la arquitectura contemporánea», señala el reconocido arquitecto Javier García Solera, responsable, entre otros proyectos, de las Viviendas Tuteladas. «El objetivo del municipio fue constituir un hecho urbano, que va más allá de la forma, y que atiende a su enclave y localidad», explica el arquitecto en relación a la evolución de ciudad. Así, Solera indica que «no hablamos de edificios sino de una transformación entera y de la capacidad de generar espacios urbanos».

En relación al catálogo, el arquitecto apunta el acierto de sus impulsores por proteger la nueva arquitectura y permitir a generaciones futuras disfrutar de ella. «El patrimonio se genera cada día y así se ha entendido desde el Ayuntamiento, que es de los pocos además que cuenta con una Concejalía de Arquitectura», subraya el arquitecto.

«La aprobación del Catálogo supone un hito histórico para San Vicente y además es el primer documento del Plan General, con el desarrollo de esta herramienta urbanística perseguimos una política de conservación de nuestro patrimonio», manifestó el primer teniente de alcalde y edil de Urbanismo, Antonio Carbonell. El hecho de contar con el catálogo permitirá al Ayuntamiento incidir en la protección de los edificios, señala el edil. En este sentido, Carbonell se muestra la voluntad del Ayuntamiento de colaborar con los propietarios de ciertos conjuntos arquitectónicos en su conservación, ya que, como recuerda, la protección de los inmuebles es una responsabilidad conjunta.

El responsable de la Concejalía de Arquitectura, subraya además la gran participación ciudadana en la redacción del catálogo, lo que ha permitido enriquecerlo y dar a conocer la evolución histórica del municipio. Por otro lado, Carbonell señala que a partir de ahora se valorará aún más la calidad arquitectónica del municipio. «Este documento nos permitirá consolidarnos como un referente en la arquitectura moderna», apunta.

El catálogo contempla siete Bienes de Relevancia Local, entre los que figuran el núcleo histórico tradicional, la ermita de Nuestra Señora del Carmen, la Almazara, la iglesia de San Vicente, la Casa Blanca del Pla Olivera, la venta Xirau y el panel cerámico del Camí de la Sendera. Además, se incluyen tres yacimientos arqueológicos: el templo de San Vicente Ferrer, la Lloma de la Panxeta y Xirau, al norte de la localidad. En esta vertiente historicista del documento también se contempla la conservación de las diferentes tipologías de sistema de riego y el acueducto del Carraixalet, así como cinco fincas de recreo tradicionales o la Casa Consistorial, entre otro inmuebles.

Tras la aprobación del catálogo, San Vicente pretende comenzar a desarrollar el nuevo PGOU. En este sentido, Carbonell apuntó que la intención del equipo de Gobierno es «apostar por la ciudad consolidada y acabar de completar los vacíos que actualmente existen en el municipio». «La ciudad tiene enormes posibilidades y el actual Plan General contempla el desarrollo de 8.000 viviendas, tanto en el casco urbano como en zonas por desarrollar, un número más que suficiente para los próximos años», detalla Carbonell.

Inventario online

Algunas de las aportaciones realizadas al catálogo, así como edificios que se encuentran en ruinas o prácticamente han desaparecido, como la fábrica de cerámica Teular-Ferrer, y otros elementos culturales e históricos que por diversos motivos no han podido formar parte del documento serán recogidos a través del «Inventario de Manifestaciones Antropológicas». Se trata de un fondo documental que se plasmará en una web y que estará disponible a partir de las mes de septiembre.