Batalla abierta en el PSOE de Sant Joan d'Alacant. Los conflictos internos de la formación se han ido agravando durante los últimos meses hasta desembocar en una dimisión en bloque de siete miembros de la ejecutiva local por «diferencias irreconciliables» con su secretario general, Pablo Celdrán. La lucha por ganar las primarias ha sido el detonante de este nuevo episodio en la «guerra» que las filas socialistas santjoaneras arrastran desde hace años. De hecho, la postulación del exconcejal Jaime Albero como alcaldable, de cara a las próximas elecciones autonómicas, «no fue consensuada» en la asamblea local, según los siete críticos. La gota que colmó la paciencia de buena parte de la ejecutiva municipal.

Así, el secretario general se encontró con una misiva, en la que los siete críticos firmaban su dimisión, en la asamblea del pasado miércoles convocada por el ya exresponsable de Organización, Juan Figuérez. No hubo explicaciones ni enfrentamientos cara a cara. Los cargos salientes, entre los que se encontraba el presidente de la ejecutiva, optaron por no acudir a la reunión de grupo. Una actitud que fue censurada desde el sector afín a Celdrán. «No tienen razones de peso para irse. Prueba de ello, es que no vinieron a la asamblea, que ellos mismos convocaron, para argumentar su decisión», lanzó el líder de la formación santjoanera.

Sin embargo, con los estatutos en la mano, los siete cargos no tenían la obligación de asistir a la reunión ya que rubricaron su salida un día antes, el martes 29. Con todo, fue el miércoles cuando la carta sellada llegó a manos de la secretaria de Administración. Los siete críticos, valedores de la exedil Elena García, se unieron a la ejecutiva de Celdrán al inicio de la presente legislatura con el fin de limar asperezas con las distintas sensibilidades que se concentran en la formación. Sin embargo, con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, y el camino para perfilar la lista electoral abierto, las buenas intenciones de ambos bandos han caído en saco roto.

«La dimisión se debe a las diferencias irreconciliables con el secretario general», exponían en el escrito los miembros salientes. Asimismo, en la carta consideran que han trabajado «buscando el consenso y la democracia interna». Algo que, según el documento que se adjunta junto a estas líneas, les ha resultado «harto difícil por no decir imposible».

La candidatura de Albero como alcaldable terminó por reabrir las heridas del pasado, que ahora supuran. «Nuestro objetivo era ser capaces de elaborar una lista única, consensuada en asamblea», explicó Figuérez. Una propuesta con la que los socialistas pretenden recuperar la vara de mando del Ayuntamiento de Sant Joan que les fue arrebatado por los populares en las elecciones municipales de 2011 frente a un PSOE dividido en pugnas internas.

«Hay gente que está maniobrando al margen del resto y pensando en su futuro personal», censuró en referencia a Celdrán. El cargo saliente sostiene que desconocía las intenciones de Albero y rechazó adelantar si se está trabajando en una lista alternativa que podría liderar García, tal y como ya hizo en los anteriores comicios. «No quiero que se postule nadie. Tampoco Elena García. Quiero que nos podamos sentar y elaborar una lista ganadora», concluyó Figuérez.

Celdrán negó la confrontación. «La dimisión me ha pillado por sorpresa. Siempre hemos trabajado con consenso. No lo entiendo pero lo respeto». Además, rechazó la polémica por las primarias.

«Pueden apoyar a su candidato desde dentro de la ejecutiva», apuntó. Ante todo, el líder del PSOE en Sant Joan resaltó que «el partido sigue hacia adelante». Con la salida de los siete críticos, la dirección queda reducido a 15 miembros.