Legumbres, hortalizas, frutas, aceite de oliva, frutos secos y pescado. La base de la dieta mediterránea posee múltiples beneficios y el control de la diabetes es uno de ellos. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo en el centro de salud de Mutxamel, que pertenece al Departamento de Salud Alicante-Sant Joan d'Alacant.

En este informe participaron un total de 355 pacientes con diabetes de tipo dos, es decir, que no necesitan insulina, y de edades comprendidas entre los 30 y 94 años. Entre las principales conclusiones que se extraen de la evaluación se detecta que el 65% de los pacientes «están adheridos a la dieta mediterránea», es decir, que siguen este tipo de alimentación y, en consecuencia, ello permite controlar los niveles de glucosa en sangre.

La impulsora del informe, la doctora de familia Evelyn Gaite Pereira, afirma que incluso, seguir la dieta mediterránea previene el progreso de la enfermedad a otros niveles como por ejemplo el de llegar a necesitar la insulina. «Este tipo de alimentos evita a quienes sólo siguen un tratamiento de medicamentos tener que seguir en el futuro con la insulina. Además, hemos detectado que el hecho de tomar más fármacos no evita dicho progreso», asegura la doctora, quien explica que los vecinos prefieren aumentar la medicación que tener que aplicarse la insulina en vena. «Aunque aumentemos los medicamentos se ha demostrado que ello no es mejor tratamiento que la insulina», apunta la especialista, en referencia a otra de las conclusiones.

La tradición agrícola de la localidad de Mutxamel ha sido fundamental para determinar el tipo de alimentación de los residentes del municipio. De esta forma, la doctora señala que los mayores están acostumbrados a comer a diario legumbres y a tomar ensalada siempre antes del segundo plato. «Muchos abuelos quizás no se cocinan pero si acuden a comer a un bar o restaurante y este es el tipo de comidas que se sirven, que están integradas en la dieta mediterránea», detalla la doctora Gaite. Aún así, entre los componentes de la dieta mediterránea los que menos se consumen, según la médica, son los frutos secos naturales, ya que se acostumbra tomarlos fritos como aperitivos. Por otro lado, el informe también revela que quienes peor se alimentan son los jóvenes del municipio. «En muchos casos basan su dieta en alimentos de comida rápida o que se cocinan en el microondas», apunta la especialista.

Al comenzar el informe, los profesionales de este centro de salud no esperaban que la población de Mutxamel tuviera este grado de seguimiento de la dieta mediterránea y una vez demostrados sus beneficios recomiendan, tanto a enfermos como al resto de los residentes, que basen su alimentación en este tipo de productos.