Una funcionaria de la Concejalía de Sanidad y Consumo ha solicitado que el Ayuntamiento de San Vicente adopte medidas para evitar el «acoso laboral» que afirma haber sufrido por parte del concejal de Esquera Unida Javier Martínez durante el escrache que realizó el pasado 15 de mayo Stop Desahucios ante la OMIC y durante otra visita que realizó esta semana el edil con el representante de la plataforma para pedirle una reunión.

La funcionaria explica que el pasado 15 de mayo tuvo lugar el escrache de Stop Desahucios, en el que participaron unas 50 personas. La técnico apunta que el regidor y otros presentes en la protesta exigieron hablar con ella pero que no podía hacerlo porque estaba atendiendo a otras personas, por lo que empezaron a gritar. La empleada indica en su escrito que, dada la condición de concejal de Javier Martínez, ella se sintió «intimidada y acosada», lo que le provocó «una situación de ansiedad, estrés y nerviosismo» y que además «he tenido una reacción alérgica» pues se sitió «gravemente presionada psicológicamente».

Posteriormente, apunta que esta semana el edil y el representante de la plataforma, José Luis Expósito, acudieron de nuevo a la oficina «exigiendo nuevamente hablar conmigo en ese momento» y que al no considerar que fuera «un tema de necesidad imperiosa» les dio cita para el 18 de junio. La funcionaria denuncia que después presentaron un escrito quejándose de ella que «viene a agravar la situación de estrés laboral que desde el 15 de mayo estoy sufriendo, por lo que pide que se tomen medidas «para que las funcionarias de este departamento puedan ser debidamente protegidas ante situaciones de intimidación ocasionadas por colectivos o ciudadanos».

También UGT ha registrado otra carta en la que apunta que Stop Desahucios con el apoyo de concejales de Izquierda Unida aún «siguen acosando y coaccionando» a la responsable de la OMIC, por lo que pide una «reunión extraordinaria y urgente del comité de seguridad y salud laboral» para tratar el tema y estudiar «aquellas acciones legales a emprender».

Respuesta del edil

Javier Martínez negó ayer todos los extremos. El día del escrache, aseguró, «yo no entré en la OMIC hasta que llegó la Policía Local». También señaló que es cierto que el martes fue a pedir una reunión a la técnico, después de haber esperado unas semanas precisamente para distender el ambiente, pero la funcionaria «se negó a darnos cita hasta el día 10 y no me puedo creer que en ocho días no tuviera un hueco para recibirnos». En cuanto al escrito quejándose de la actuación de la trabajadora, el concejal asegura que él no ha presentado ninguno en este sentido.