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El Campello

Cultura exige judicialmente al dueño del enclave ibero arrasado que permita otra excavación

La Conselleria cita a uno de los propietarios a través del juzgado, tras remitirle varias notificaciones sin éxito, para que autorice una nueva prospección arqueológica para evaluar los daños causados en los restos de una valiosa fortificación de hace 2.500 años

El yacimiento destruido por el desmonte, con la Torre del Barranc d'Aigües al fondo ÁXEL ÁLVAREZ

La Conselleria de Cultura acude a los tribunales para obtener la colaboración de uno de los dueños del valioso enclave ibero arrasado el pasado mes de marzo en El Campello. Esta institución ha requerido judicialmente al propietario de yacimiento de Aigües Baixes, ubicado en la zona norte, junto al Barranc d'Aigües, para que se persone en la Conselleria y autorice una nueva prospección arqueológica.

El edil de Urbanismo y Medio Ambiente de El Campello, Nacho Colomo, explicó ayer que la pasada semana la Conselleria informó al Consistorio del requerimiento judicial remitido al dueño, cuyo objetivo es que un equipo de arqueólogos vuelva a excavar la zona para evaluar los daños que ha sufrido el enclave, que fue objeto de un desmonte para el que se carecía de permiso y que afectaba a un yacimiento protegido como Bien de Relevancia Local, que además estaba en trámites para declararse Bien de Interés Cultural (BIC), una protección que habría obtenido a lo largo de este año.

Con esta medida, la Conselleria quiere realizar un peritaje de los daños. Hay que recordar que el equipo de arqueólogos de la Universidad de Alicante (UA) que sacó a relucir el pasado verano el gran valor de este enclave, donde se levantó hace 25 siglos un recinto militar, ha solicitado a Cultura autorización para acometer una nueva prospección arqueológica de «salvamento» y posteriormente poder reconstruir el yacimiento. Esta propuesta cuenta con el respaldo del Consell Valencià de Cultura, que ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido y exige que se depuren responsabilidades y que los culpables de este expolio paguen por esta destrucción del patrimonio, tal y como ya adelantó este medio el mes pasado. Del mismo modo la Guardia Civil sigue con su investigación sobre lo sucedido.

Colaboración

Llama la atención esta aparente falta de la colaboración ahora del propietario con la Conselleria, ya que la excavación realizada el pasado verano contó con su permiso pero ahora parece resistirse a que se siga excavándose. Los dueños manifestaron en su día que desconocían quién había entrado en su propiedad con una pala excavadora y había destruido los restos que habían salido a la luz, y que los arqueólogos habían tapado con tierra y una capa geotextil para protegerlos. La parcela donde se ubica pertenece a dos personas, no es urbanizable y tiene una afección de Costas. Días después del desmonte ilegal se solicitó autorización para vallar el solar, un trámite que ha paralizado el Ayuntamiento, ya que hasta que Cultura no se pronuncie se ha suspendido cualquier tipo de licencia para actuar en la zona.

Este yacimiento se localizó en 2003 y se trata de un pequeño recinto militar fortificado que albergaría una pequeña guarnición para vigilancia y defensa contra los piratas del siglo V a.C. en el entorno de La Illeta dels Banyets, verdadero emporio de esta parte de la costa alicantina en la antigüedad. Pero fue con la prospección del pasado verano cuando salió a relucir su gran valor y sus posibilidades de musealización.

Tiene una planta trapezoidal, de unos 350 metros, dividida en tres departamentos, mientras que el resto parece ser un espacio abierto que se usaba como patio de armas. En la excavación se hallaron tres ánforas ibéricas completas y se cree que el edificio era ocupado por una pequeña guarnición que posiblemente controlaba hace 2.500 años el tráfico marítimo de la costa central alicantina, desde el Cabo de las Huertas hasta la Serra Gelada.

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