Ni la Universidad Católica de Alicante (UCA) ni la Mare Nostrum arrancarán sus clases el próximo curso en Sant Joan d'Alacant y El Campello, respectivamente. Así lo confirmó ayer la consellera de Educación, María Jose Catalá, en una respuesta en las Cortes a una interpelación de la diputada de Compromís Mireia Mollà. La regidora del Gobierno valenciano aseguró que de momento el proceso de implantación de ambas universidades se encuentra en la primera fase. «Primero hay que concluir el procedimiento para reconocer ambas universidades», lanzó Catalá a la vez que admitió que si bien se han presentado ya una serie de documentos todavía faltan otros. En la misma línea, la titular de Educación sostuvo durante su locución que los procesos de reconocimiento de las universidades privadas no son «inmediatos, requieren de tiempo».
La duplicidad de muchas de las titulaciones que prevén impartir en estos centros universitarios privados fue otro de los focos que centró el debate entre la parlamentaria de Compromís y la consellera. Sin embargo, Catalá no quiso abrir el melón de las repeticiones entre las carreras que se ofertarán porque, tal y como admitió, el proceso todavía no ha llegado a ese punto. «Hay dos fases. Cuando lleguemos a la segunda se abordará el reconocimiento de las titulaciones», garantizó la titular de Educación, que evitó poner fechas encima de la mesa.
Hay que tener en cuenta que de cumplirse la ubicación prevista para ambas universidades, se encontrarán entre sí a escasos seis kilómetros y, además, tendrán en su mismo radio dos centros públicos, el campus de la Universidad Miguel Hernández (UMH) en Sant Joan y la Universidad de Alicante (UA). No hay que olvidar que de cuajar sendos proyectos, carreras como Medicina quedarían triplicadas en un área inferior a 10 kilómetros y, además está la opinión de los profesionales sanitarios, que se oponen abiertamente a la implantación de nuevos centros debido a la saturación ya existente. Unas valoraciones que Mollà sacó a relucir durante su exposición pero que, sin embargo, la consellera pasó por alto. «Las privadas no son una competencia para la pública. Pueden convivir ambos modelos. Si hay centros privados que quieren implantarse en nuestro territorio y cumplen los requisitos no podemos darles la espalda porque sería saltarnos las normas», defendió la consellera.
Con todo, Català no aportó ninguna novedad sobre los procesos y recalcó a Mollà, quien preguntó hace un año en las Cortes por el mismo asunto, que la «política general de implantación de universidades no ha variado desde entonces». Un varapalo para el Ayuntamiento de Sant Joan que asegura de forma reiterada que el proyecto arrancará el próximo mes de septiembre. Al contrario, desde la Mare Nostrum ya adelantaron que ante la ausencia de permisos el próximo curso se limitarán a impartir masters exentos de reconocimiento oficial.
Mollà lamentó tras el debate que Educación «avale la implantación de dos universidades privadas sin ningún informe que analice sus consecuencias y desoyendo las críticas de los profesionales que alertan de la saturación». En la misma línea la parlamentaria denunció que «el Consell ha pasado de la burbuja inmobiliaria a la universitaria».
