Las altas temperaturas de esta primavera han disparado la plaga del pulgón, ese insecto que genera la suciedad de las jacarandas. En contra de la creencia generalizada, no son las flores las que manchan las calles sino este pequeño animal. Hasta ahorase combatía con productos fitosanitarios pero este año el Ayuntamiento de San Vicente ha cambiado de método y lo ha sustituido por uno más natural y menos perjudicial: pese a su aspecto inofensivo, las mariquitas son un depredador natural del pulgón.
En los próximos días la Concejalía de Parques y Jardines, que dirige el edil Francisco Cerdá, realizará una suelta de mariquitas, principalmente en parques como Lo Torrent. Los insectos se compran a una empresa holandesa que los proporciona en botes con centenares de ejemplares.
Cerdá explicó ayer que los pulgones atacan árboles como las jacarandas y las tipuanas «entre los meses de mayo y junio, dependiendo de la temperatura y la humedad» y recordó que producen una «melaza pegajosa que puede ocasionar molestias a los vecinos al caer sobre vehículos, terrazas y mobiliario urbano». Son esas manchas negras que se suelen ver en las calles aunque, asegura el edil, «en ningún caso supone riesgo alguno para la salud humana».
Hasta ahora el Ayuntamiento trataba la plaga «con diferentes productos fitosanitarios de origen químico, cuyo uso ha sido limitado por la Unión Europea desde el pasado año con el fin de reducir posibles efectos sobre el medio ambiente o la salud de las personas, como alergias a determinadas sustancias». Además, también resultaban perjudiciales para las abejas, que son «polinizadores fundamentales para una tercera parte de los alimentos que consumimos».
Productos utilizados
Por ello este año los árboles están siendo tratados con productos naturales como «jabones potásicos, aceites y otros de carácter natural con el objetivo de compatibilizar la lucha contra la plaga y el respeto al medio ambiente».
Estas sustancias se pulverizan por las noches para «ocasionar las menores molestias a los vecinos» y se completementan con la suelta del «depredador».
Hay otros insectos que atacan al pulgón, pero también perjudican a los humanos, como los mosquitos o las avispas. De ahí que se haya optado por la «coccinella septempunctata» o mariquita y también por «unos dípteros con aspecto de abeja o avispa que son totalmente inofensivos pues no disponen de aguijón», apuntan desde Parques y Jardines.
Con estos insectos se espera «reducir progresivamente la población del pulgón en el municipio de forma natural». Eso sí, para ello desde el Ayuntamiento se pide a los ciudadanos que respeten a las mariquitas y no las maten.
«Somos conscientes de las molestias que ocasiona a los ciudadanos la melaza originada por el pulgón en los árboles, razón por la que hemos puesto en marcha esta plan de tratamiento biológico que esperamos dé buenos resultados a medio plazo y cumple con la normativa europea, que es de obligado cumplimiento para el Ayuntamiento de San Vicente y para el resto de las Administraciones públicas», agrega el responsable municipal de Parques y Jardines.
