Llega a Mutxamel «Free Hughs». Una mutxamelera de origen británico-finlandés y su amiga de origen cubano repartieron abrazos ante las puertas del Ayuntamiento, convencidas de que «te llena de energía y hace felices a los demás». La mayoría de los viandantes, tras el estupor inicial, se dejaron achuchar y aplaudieron la iniciativa.
Con los brazos bien abiertos y una sonrisa de lado a lado. Así recibía Cynthia Waldock ayer a todo aquel que pasaba junto al Ayuntamiento de Mutxamel. Dos grandes carteles, en castellano y en inglés, explicaban lo que estaba haciendo: «Abrazos Gratis», «Free Hugs».
Tras haberlo visto en un reportaje, decidía ponerlo en práctica, convencida de que «un abrazo proporciona alegría. No cuesta nada y ¡mira la felicidad de la gente cuando nos abrazamos!» Para esta iniciativa embarcó a su amiga Marcia, de origen cubano, y entusiasmada con la idea de repartir achuchones.
«Me ha gustado -decía con una amplia sonrisa Eva Manteca tras ser abrazada-. Un abrazo de buena mañana...¡qué bueno!». Eva recogía su carro de la compra para dirigirse al mercadillo de los miércoles, asegurando que «con más de estos habría menos conflictos en el mundo».
La iniciativa gustó. La mayoría de las personas que se cruzaban con Cynthia se prestaban a dar el abrazo y lo culminaban con una gran sonrisa. Aunque no todo el mundo estaba por la labor. Algunas personas trataban de pasar desapercibidas a los achuchones y se negaban a abrazar a una extraña, reacias a sus intenciones. «El que no abraza es porque es un soso», decía una señora tras dar su correspondiente achuchón.
Mientras todo eso ocurría, en la esquina de la calle algunas mujeres miraban divertidas la escena sin atreverse a acercarse, hasta que Cynthia las abordó: "«No tengáis miedo, son gratis». Y hasta el alcalde, Sebastián Cañadas, se prestó a la campaña de abrazos cuando salía del Consistorio.
«De gran ayuda»
Cynthia es voluntaria con personas que padecen cáncer y explica que el contacto físico entre personas desconocidas es de gran ayuda. Está convencida de que el abrazo de un extraño también da la felicidad.
