No supone un problema sanitario, está dentro de la legalidad y responde a una gran demanda social. La Asociación de Amigos de los Perros de El Campello (Askampe) salió ayer al paso de las denuncias de la plataforma, que agrupa a cuatro urbanizaciones de Muchavista, que rechaza la playa para animales y el parque canino, y anunció movilizaciones.
Después de que cuatro comunidades de propietarios presentarán a principios de mes un estudio ante el Ayuntamiento alertando del riesgo para la salud pública que supuestamente representa el parque canino que hay cercano a la polémica playa Punta del Riu Sec, Askampe negó cualquier peligro o irregularidad, y aseguró que su apertura está totalmente justificada por la gran demanda social.
La asociación canina declaró que «no se incumplen medidas sanitarias ni de seguridad en el parque. El parque registra unas entradas diarias de más de 250 personas en el periodo invernal y de más de 500 en verano. Los pocos descuidos que se producen son recogidos por otros usuarios de esta zona. Desde la asociación estamos muy sensibilizados por este tema y así se lo hacemos saber a todos los que hacen uso de estas instalaciones. Prueba de ello es que invitamos a cualquier persona a visitar las instalaciones una tarde cualquiera, y en ella podrá ver a mayores, niños y perros jugando en perfecta armonía. Si no fuera así, ¿creen ustedes que los padres dejarían jugar a sus hijos en un parque llenos de heces?»
La abogada de la asociación manifestó que no se requiere ninguna licencia ambiental para habilitar un parque canino, tal y como afirma la plataforma vecinal, y que en ningún momento se ha incumplido la legislación, sino todo lo contrario. En su día «se presentó un proyecto al Ayuntamiento perfectamente motivado, para dar cumplimiento a la normativa existente tanto europea, como de la Comunidad, como de la propia ordenanza de parques y jardines». Desde Askampe destacaron que «cada ayuntamiento debe habilitar en parques y jardines, espacios para el libre esparcimiento de los animales».
Del mismo modo se refirieron a las manifestaciones de la plataforma en la que dudaban de la existencia de un expediente administrativo para la gestión del parque, replicando que «nos consta que sí existe porque lo tienen. El Ayuntamiento se lo facilitó cuando estos lo solicitaron».
Respecto a la falta de demanda social a la que hace referencia la plataforma, apuntaron que se recogió en su día «una inmensa cantidad de firmas a favor del parque», e invitaron a cualquiera para que se pase por la zona, «ahora lugar tranquilo, seguro, poblado y vigilado, y no de botellón, drogas y música hasta altas horas de la madrugada como era esa zona antes del parque canino. Con todos nuestros respetos, desde la asociación, entendemos que existía y existe una demanda social».
Desde Askampe también rogaron «que la plataforma no incluya a la totalidad de vecinos de las urbanizaciones que citan, ya que en ellas existen numerosos vecinos que no la integran, como por ejemplo, la junta directiva de Askampe. Pero sobre todo, no pueden hablar en nombre de las comunidades de propietarios».
Las cuatro urbanizaciones que se han dirigido al Consistorio para exigir el cierre de la playa canina y el parque para perros suman 700 casas y son Jardines del Mar -situada junto a esta zona verde-, Balcones del Mar, Cabo Verde y Cabomar.
Zona vallada
El parque canino, de unos 5.000 m2, fue habilitado por el Consistorio hace dos años entre las calles Montnegre y Camí Fondo, a unos 350 metros de la cala para perros. Se trata de una gran zona vallada en la que las mascotas pueden pasear libremente sin correa, que representa el 30% del total del parque que hay en la zona. Cuenta con papeleras y dispensadores de bolsas para la recogida de las deposiciones, además de cartelería con las normas, bancos y arbolado. La plataforma asegura que la gran cantidad de heces que dejan los canes en el parque puede transmitir enfermedades a la urbanización colindante, además de que no cumple con la legislación, es un peligro por la falta de seguridad y genera molestias.
