San Vicente vivió anoche una de sus procesiones más especiales, la que protagonizaron los niños. Tras el ensayo del año pasado cuando por primera vez unos niños portaron una imagen, esta Semana Santa han sido cuatro los tronos que pequeños de entre 10 y 11 años sacaban en procesión. Y lo hacían acompañados por los chavales de la banda de tambores de la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y por la agrupación musical del Colegio Peñafort.

Niños vestidos con pantalón oscuro,camisa blanca y fajín y que en un mes harán la Primera Comunión fueron los encargados anoche de sacar en procesión cuatro imágenes con las que han estado familiarizándose durante un mes. Un mes en el que han ensayado para que todo saliera perfecto. Cada paso era cargado por ocho niños que soportaron una media de 20 kilos de peso por trono. El Cristo Crucificado ya salió el año pasado en procesión y este año se han incorporado Jesús Nazareno, la Virgen de la Soledad y el Cristo Yacente. Los nuevos tronos han sido realizados por miembros de la Comisión Municipal de Fiestas y las imágenes son frutos de donaciones y de una cesión. También los más pequeños que acuden a los primeros años de catequesis participaron en una de las pocas procesiones protagonizadas por menores.

Ellos son el presente y el futuro de la Semana Santa de San Vicente. «Es una forma de implicarlos desde pequeños. Esta iniciativa sirve para que los niños del pueblo participen y conozcan nuestra Semana Santa», explica Ignacio Hernández, portavoz de la Junta de Hermandades. La concejal de Fiestas, Paquita Asensi, añade que es necesario crear arraigo entre los más pequeños como «una forma de motivarles para fomentar nuestra Semana Santa».

La comitiva infantil partió de la Parroquia de San Vicente Ferrer e hizo un pequeño recorrido, inmenso para los protagonistas de esta singular procesión.