La fundación Sigoleo, que gestiona el aceite doméstico usado de los contenedores situados en las calles de San Vicente, ha dejado de pagar al Ayuntamiento la cantidad que debía abonarle en enero -relativa al semestre anterior- porque afirma que está sufriendo «robos en los distintos puntos de reciclaje».
El Ayuntamiento tiene un acuerdo con esta fundación, que instala los contenedores naranja en las calles para que los ciudadanos depositen el aceite usado. El convenio resulta beneficioso para el municipio, ya que se evita el vertido de un líquido que perjudica al medio ambiente y al funcionamiento de las depuradoras. A cambio, Sigoleo puede ocupar con sus contenedores la vía pública sin pagar por ello y también obtiene beneficios de la venta del producto a otras empresas que reciclan este líquido. El aceite usado se utiliza para fabricar biodiésel, aceites sintéticos o jabones, entre otros y se paga a buen precio.
A cambio de los beneficios que obtiene, la fundación también debe abonar al Ayuntamiento cinco céntimos por cada litro recogido. La cantidad acumulada la ingresa a alguna de las ONGs que trabajan en el municipio, como también hacen con las organizaciones autorizadas para la recogida de la ropa usada.
Pero la fundación Sigoleo no abonó el pasado mes de enero la cantidad que tenía que aportar y el Ayuntamiento se la ha reclamado, según la información a la que ha tenido acceso este diario. Como mínimo, la entidad debía abonar 500 euros.
En el escrito que ha presentado ante el Consistorio el representante de Sigoleo en Alicante se explica que «dicha donación no se realizó en el mes de enero por la disminución del aceite usado recogido, debido a los robos ocurridos en los diferentes puntos de reciclaje, incluso teniéndose que reponer un contenedor completo y arreglar puertas y candados de muchos de los puntos». La fundación apunta que ha presentado denuncia de esta situación ante la Guardia Civil de San Vicente.
Fuentes policiales apuntan que se ha detectado algunos casos puntuales de robos en los modelos más antiguos, que disponen de un sistema de cierre convencional, de ahí que la fundación haya estado introduciendo un modelo nuevo, con forma de botella y un sistema de cierre de seguridad. También desde el Ayuntamiento se ha detectado la aparición de manchas de aceite en el suelo donde están depositados los contenedores.
Medidas antirrobo
«En cuanto a las medidas adoptadas para intentar evitar robos -agrega el escrito firmado por el representante de la fundación-, se ha modificado el modelo de contenedor, en el cual se ha eliminado la puerta y se están colocando en la boca del mismo una rampa que impida sustraer las botellas». También indica que «se están revisando cada uno de los contenedores para asegurar que éstos están anclados en la vía pública, para evitar que se pueda producir algún vuelco».
Sigoleo añade que que el próximo 30 de junio sí realizará la donación a «la ONG que designe el Ayuntamiento», recuerda que ha colocado nuevos contenedores naranjas en la vía pública y se compromete a colaborar en «la campaña de sensibilización organizada por el Ayuntamiento».
